Agricultores inician recuperación rehabilitando suelos agrícolas en Copiapó

Profesionales de INIA mostraron como convertir el barro solidificado en suelo fértil, dejando los terrenos incluso en mejores condiciones de cómo estaban antes del 25M.

Los aluviones arrasaron con cientos de hectáreas de cultivos en la región de Atacama, dándole un duro golpe a la agricultura regional. Según datos del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), en la provincia de Copiapó fueron más de 150 los productores de hortalizas y cerca de 50 olivicultores los que resultaron afectados. Hoy, después de tres meses ocurrida la catástrofe, comienza la recuperación gracias al trabajo en terreno que está llevando a cabo INIA para reactivar las superficies de cultivos que fueron cubiertas por el sedimento.

Con el fin de retomar la actividad productiva normal en la zona se realizó un día de campo en el predio de Juan Díaz ubicado en el sector de San Pedro, donde se reunió medio centenar de agricultores. El foco era demostrar paso a paso técnicas de rehabilitación de suelos, desde la limpieza de escombros hasta la aplicación de enmiendas para darle vida al suelo y así permitir el desarrollo normal de cultivos hortícolas y olivícolas. El día de campo estuvo a cargo de investigadores del INIA, quienes entregaron bases para la recuperación de suelos afectados por los aluviones y aportaron con antecedentes de épocas de siembra y plantación de las especies a tratar, entre otros temas.

Hace tres semanas un equipo de INIA inició los trabajos de reconversión en una parte de la superficie de este predio, donde ahora se pueden ver sorprendentes resultados. Patricia Larraín, Directora Regional de INIA, mostró su conformidad por el trabajo realizado por la institución desde el día uno en la emergencia. “Para nosotros es un agrado estar acá para ayudar a solucionar los problemas que tienen los agricultores después de esta gran catástrofe. Como institución hemos colaborado primero descartando contaminación de metales pesados en suelos agrícolas y ahora resolviendo el problema físico, entregando un manejo adecuado de cómo establecer sus cultivos nuevamente. Nuestro compromiso es entregar esta información de la manera más rápida y efectiva posible para que los agricultores puedan verse beneficiados de cada factor productivo que tiene en su campo”, señaló la autoridad.

Por su parte, Juan Díaz se mostró agradecido por el apoyo y esperanzado en el futuro. “Todos los conocimientos son buenos y si los aplicamos para mejorar los cultivos mejor todavía. El INIA siempre me ha ayudado y espero recuperar lo más pronto posible mi fuente de trabajo. Cuesta cambiar el chip porque el impacto económico y emocional después de la catástrofe fue muy grande, pero hay que reiniciar el sistema para salir adelante, no nos queda otra”, indicó el productor de hortalizas.

De igual forma, Guillermo Daviú, otro conocido agricultor del sector, valoró la actividad donde él y otros productores obtuvieron información de utilidad. “Para nosotros es muy importante que INIA venga aquí a enseñarnos, porque las parcelas crecieron hacia arriba entre 30 y 50 centímetros con elementos nuevos que desconocíamos. El estar acá nos permite captar y aprender mejor cómo reponer nuestro suelo, porque de esa manera podemos ponerlo en práctica inmediatamente”, apuntó.

Parte de los consejos entregados fueron integrar materia orgánica en la superficie, mezclando su contenido con el suelo actual, implementar de planes de riego eficientes y manejo de fertilización para dejar los suelos operativos. Esta iniciativa forma parte del “Programa de validación y transferencia tecnológica, para el desarrollo sustentable de la olivicultura y horticultura de la Región de Atacama”, llevado a cabo por el INIA y financiado por el Gobierno Regional de Atacama.

 

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