Alemania restablece controles de sus fronteras ante la llegada de refugiados

El cierre temporal de las fronteras, según el ministro del Interior germano, Thomas de Maizière, es “urgente” por motivos de seguridad y necesario para frenar los flujos de solicitantes de asilo y volver a contar con un procedimiento ordenado en las zonas limítrofes.

 

El Gobierno alemán decidió este domingo de forma inesperada restablecer temporalmente los controles en sus fronteras, desbordadas por la llegada de miles de refugiados desde Austria.

La medida de Alemania recibió el apoyo de Hungría porque, según su primer ministro, Viktor Orbán, es “necesaria” para proteger los “valores europeos” ante la llegada de refugiados de países como Siria, Irak y Afganistán.

Además, el Gobierno húngaro propuso a la Comisión Europea que envíe una fuerza conjunta a Grecia para defender las fronteras de ese país “y así también las europeas”, según el ministro de Exteriores, Péter Szijjártó.

TRÁNSITO DE TRENES SUSPENDIDO

La decisión alemana sobre los controles fronterizos fue anunciada en Berlín por el titular de Interior, Thomas de Maizière, antes de viajar el lunes a Bruselas para reunirse con sus colegas europeos, a quienes instó a asumir su responsabilidad para distribuir a los solicitantes de asilo en todo el territorio comunitario.

De forma paralela, la circulación de trenes en ambos sentidos entre Austria y Alemania ha quedado interrumpida por iniciativa germana hasta el lunes.

El cierre temporal de las fronteras, según De Mazière, es “urgente” por motivos de seguridad y necesario para frenar los flujos de solicitantes de asilo y volver a contar con un procedimiento ordenado en las zonas limítrofes.

El objetivo prioritario es la frontera con Austria, que han atravesado decenas de miles de refugiados desde que el pasado fin de semana Berlín y Viena decidieran dejarles vía libre ante la situación de emergencia.

CRÍTICAS A MERKEL

Con este nuevo giro, Alemania deja en suspenso los acuerdos de Schengen que garantizan la libre circulación de personas en el territorio comunitario y la entrada en el país sólo podrá hacerse con la documentación reglamentaria.

De Maizière recordó que, según la legislación europea, su país no es responsable de la mayoría de solicitantes de asilo que llegan e instó a todos los socios a respetar el convenio de Dublín que, recordó, sigue en vigor.

Este establece que los peticionarios de asilo deben ser registrados en el primer país europeo al que llegan, encargados también de tramitar sus solicitudes.

Hasta que se produjo el anuncio se sucedían las críticas, veladas o directas, a la improvisación de la canciller alemana, Angela Merkel, principalmente desde Baviera, el Estado federado fronterizo con Austria y el más afectado por los continuos flujos de llegadas.

Su primer ministro, Horst Seehofer, aliado de Merkel en el Gobierno de Berlín, había calificado de “error” la apertura de las fronteras y hoy no tardó en mostrar su total respaldo a los controles, “una señal importante para todo el mundo, y también en el interior, para Alemania”.

Según cifras de las autoridades comarcales, desde finales de agosto la capital bávara, Múnich, ha acogido a 63.000 refugiados y sólo el sábado llegaron a su estación central alrededor de 12.200.

Los bávaros acusaron a otros estados federados de falta de respaldo y hoy reclamaron que sea el Gobierno federal el que se encargue de redistribuir a los refugiados, al tiempo que instaron a Berlín a duplicar las transferencias financieras para la acogida.

También en la República Checa “la Policía refuerza sus controles en la frontera con Austria”, informó el titular de Interior, Milan Chovanec, en la cadena CT24, tras la decisión alemana.

EFE

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