OPINIÓN

“Alternancia en los procesos sociales” Por Elías Úbeda Greig, psicólogo Clínico y Forense

Los procesos sociales, van teniendo un viaje cíclico: un efecto pendular donde las acciones, y también las decisiones populares, van zigzagueando de un extremo a otro, generando una alternancia, que en primer lugar es saludable. Enquistarse en el poder, sostener una sola mirada acerca de la forma en que nos organizamos genera vicios, abusos, corrupción. Un gobierno que ocupa más años de lo programado tiende a volverse totalitario y antidemocrático – sea del sector que sea – aunque alguien quiera decir lo contrario.

Estos cambios generan grandes expectativas en las personas, más aún cuando están potenciadas por certeros mensajes comunicacionales o mediáticos, que al momento de ejercer el poder se vuelven cuando menos sólo buenas intenciones. Es que a la luz de lo que parece un engaño, se esconden intereses mezquinos, duelos de poder, conflictos de intereses y de forma repetida una inoperancia vergonzosa.

Una vez alcanzado el poder, este se abre como un cadáver que se llena de aves carroñeras que luchan y “pelan los dientes” por su trozo: lo que según ellos les corresponde de acuerdo con el porcentaje de la votación popular, de acuerdo con el tamaño de su colectividad, al número de candidatos electos. Y las distintas reparticiones públicas se vuelven repartijas. Los más oportunistas amarran sus cargos o candidaturas en la Capital o la sede central del partido.

Pero alternando este vestido o corbata presidencial, tendemos comúnmente a quedarnos con un sabor agridulce, un gusto amargo de insuficiencia o injusticia en la boca, o peor aún en las consciencias. Los grandes temas que nos importan a todos son tratados con fanfarrias, serpentinas, cotillón, discursos y manos entrelazadas; pero cuando termina la fiesta nos quedamos con una sensación de resaca, o si prefiere una imagen aún más triste: acabado el funeral usted se queda con la soledad y la tristeza más pura. Eso, mientras otros hacen leyes a medida de los empresarios, existe restricción para denunciar delitos tributarios, las grandes empresas reciben condonaciones millonarias, o las instituciones guardianas de la honorabilidad y la Ley se ven cuestionadas por montos millonarios. La gran reforma que necesita la educación se ve postergada frente a otras iniciativas de impacto menor, sobre un mejoramiento radical a la salud sólo se escuchan grillos en la noche, y al sistema previsional lo maquillan gobierno tras gobierno sin el cambio definitivo que todos esperamos.

¿Cuántas veces no ha escuchado un gran anuncio de mejoras, y al pasar el tiempo su percepción es que el cambio fue para peor?

 

 

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