Armada recuerda hundimiento del Blanco Encalada

En el interior de la Casa Museo Tornini, la Armada de Chile, a través de la Gobernación Marítima de Caldera, conmemoró el 126° aniversario del hundimiento del blindado Blanco Encalada hecho ocurrido en 1891 en la bahía de Caldera. En la ocasión, participaron el Comandante en Jefe de la Primera Zona Naval, Ronald McIntire, el Gobernador Marítimo, Srdjan Darrigrande, el Comandante del Regimiento Copiapó, Andrés Rudloff, Concejales, el director de la Casa Tornini, Bernardo Tornini  y miembros de la comunidad calderina vinculados a la historia del puerto.

El relato de la historia del hundimiento del blindado estuvo a cargo del Contralmirante (r) Alexander Tavra Checura, quien realizó un detallado relato de los acontecimientos ocurridos durante la Revolución de 1891, particularmente sobre el hundimiento de  Blanco Encalada donde perdieron la vida 207 personas, en su mayoría miembros de la Marina de Chile.

La Armada de Chile obsequió una maqueta de la réplica a escala del blindado Blanco Encalada a la Casa Museo Tornini, por la difusión de la historia de nuestro país y de la comuna de Caldera.

Srdjan Darrigrande, Gobernado Marítimo de Caldera, señaló “Lo que la Armada de Chile lo que ha querido hacer en esta oportunidad rememorar este hecho histórico que no debiera enorgullecer como parte de la historia pero que ocurrió y como historia nosotros debemos mantenerla en nuestra memoria permanentemente. La mariana quiso cooperar con la tarea que desarrolla en Caldera desde el punto de vista cultural el Museo Tornini a través de algunas gestiones dispuso de esta maqueta del Blindado Blanco Encalada para que quede en este lugar y la comunidad la pueda apreciar”.

Por su parte, Bernardo Tornini, director de la Casa Museo Tornini, agradeció el gesto que realizó la Armada, “Estoy muy emocionado y agradecido por este gesto, para mí el “Blanco” es Caldera y está en el ideario colectivo de los calderinos, nosotros cuidamos y tenemos una imagen de lo que sucedió en ese amanecer tan trágico para el pueblo de Caldera, nosotros desde hace cinco años, desde que llegó el almirante Tavras logramos sacar a flote esta triste historia del hundimiento del Blanco Encalada en plena guerra civil en 1891, donde murieron un poco mas de 200 marinos mientras dormían y hoy se hace justicia a la historia, ya que con orgullo puedo decir que tenemos la primera maqueta en el norte del país de la réplica de este blindado chileno”.

HISTORIA

Los cazatorpederos «Almirante Condell» y poco después el «Almirante Lynch», ingresaban a la bahía de Caldera pegados a la costa en la madrugada del 23 de abril, usando carbón de Cardiff para no echar humo por las chimeneas y manteniendo a la tripulación bajo cubierta, desde la boca del puerto avistaron la silueta de un buque que identificaron como el blindado «Blanco Encalada «, que estaba fondeado y amarrado a una boya, con su proa apuntando al vapor «Bío Bío», que estaba cerca del muelle. Los cazatorpederos se acercaron a toda velocidad pegados a la costa norte de la bahía, siendo recién avistados cuando se encontraban a 1.000 metros del blindado «Blanco», rompiéndose el fuego sobre ellos.

El cazatorpedero «Condell», iba adelante seguido del cazatorpedero «Almirante Lynch», en el primero, al estar a 150 metros del blindado, el Comandante Moraga disparó el torpedo de proa el que pasó por la proa del » Blanco» y raspó la quilla del vapor » Bío Bío «. El cazatorpedero cayó a estribor y con diferencia de segundos, los Tenientes Vargas y Rivera dispararon los dos torpedos de babor, sin éxito. Luego a toda velocidad salió de la bahía, mientras intercambiaba el fuego con el blindado.

El cazatorpedero «Lynch» que seguía al cazatorpedero «Almirante Condell», aumentó su velocidad y a menos de 150 metros, el Comandante Fuentes lanzó el torpedo de proa sin dar en el blanco, cayendo a estribor rápidamente y cuando estaba a 40 metros del blindado lanzó un torpedo de babor, el que hizo impacto a popa de la sala de máquinas, en el salón de dínamos, apagándose de inmediato el alumbrado y paralizando toda actividad bajo cubierta.

De inmediato salió de la bahía, bajo el fuego del blindado el que le ocasionó cuatro heridos, en escasos minutos el blindado se escoró a estribor y comenzó a hundirse y esta reliquia de la Guerra del Pacífico y de glorioso pasado desapareció en pocos minutos de la superficie, dejando como saldo 11 oficiales y 171 tripulantes y civiles muertos, entre ellos el Secretario de la Junta de Gobierno, don Enrique Valdés Vergara, aparte de la pérdida de armamento, municiones y vituallas para las tropas que se encontraban en tierra.

Escrito por : Pedro Martínez – I. Municipalidad de Caldera.

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