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Banco Central dijo estar «monitoreando estrechamente la delicada situación externa»

Las bolsas mundiales vivieron hoy un «lunes negro», en el que cayeron hasta 10%, y que se sumó al desplome de 20% en el precio del petróleo.

 

El Banco Central afirmó este lunes, mediante una declaración, que está «monitoreando estrechamente la delicada situación» de la economía internacional, marcada, durante esta jornada, por la caída de las bolsas y del precio del petróleo, en medio del aumento de la incertidumbre debido al avance del coronavirus.

«La expansión del COVID-19 en el mundo ha elevado significativamente la incertidumbre, tanto por sus efectos sobre la población, como por el impacto económico de las medidas de contención aplicadas por las autoridades. Esta situación ha comenzado a generar efectos reales en los países más afectados y ha gatillado caídas significativas en los mercados financieros globales«, explicó el Central.

A la vez, «el conflicto entre los principales productores de petróleo del mundo intensificó el ajuste de precios de activos, profundizando el deterioro que ya se había observado la semana anterior», de modo que «el precio del petróleo se desplomó hoy más de 20%, las principales bolsas mundiales cayeron entre 3% y 10% y las tasas de bonos del Tesoro de EE.UU. se redujeron significativamente a lo largo de toda la curva de rendimiento, ubicándose en 0,50% para los bonos a 10 años».

«Posibilidad de ajuste relevante en economías mayores»

«Esto configura una situación externa delicada, donde la alteración de las cadenas de valor, la alta incertidumbre y el deterioro de la demanda por motivos precautorios, elevan la posibilidad de un ajuste relevante en algunas de las mayores economías», advirtió.

En este contexto, el Banco Central afirmó que, junto con las demás autoridades económicas, se encuentra «monitoreando estrechamente la situación, no sólo porque los ajustes en los mercados tienen efectos contrapuestos y diferentes a otros países, sino porque se combinan con los efectos del shock interno generado por las turbulencias sociales y políticas de los últimos meses«.

En el caso de Chile, continuó, «es necesario sopesar el posible impacto positivo de un menor precio del petróleo sobre nuestros términos de intercambio, con el eventual efecto contractivo de condiciones financieras externas más adversas y un deterioro de la actividad mundial».

«El Banco Central cuenta con los instrumentos para hacer frente a nuevos desafíos (…) La política monetaria se encuentra en una disposición claramente expansiva y cuenta con espacio para reaccionar ante cambios en las perspectivas para la inflación en el horizonte de 24 meses», indicó, y aseguró que «continuará velando por la estabilidad de precios y resguardando la estabilidad financiera (…) y estará disponible para utilizar los instrumentos con que cuenta, con la oportunidad y efectividad que han sido reafirmadas en los últimos meses».

Sin embargo, «la protección que ofrece el marco político e institucional de la economía no debe dar lugar a la autocomplacencia. Al contrario, el escenario actual debería fortalecer el sentido de urgencia para la implementación de las medidas sanitarias, económico-sociales y de política pública relacionadas con las causas de fondo de la mayor incertidumbre y debilitamiento de la actividad», advirtió.

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