Casale listo para el Dakar: “El mejor desierto del mundo está en el patio de mi casa”

El campeón del Dakar 2014 dice estar fortaleciendo la musculatura mental para superar cualquier baja de ánimo. Se hace cargo de quienes critican el paso del rally por lugares patrimoniales y valora la ventaja comparativa de tener la pista desértica a total disposición.

El piloto chileno que ha marcado caminos en el Rally Dakar en cuadriciclo y moto, histórico campeón de su categoría en el Dakar 2014 dice estar preparándose a un penitente nivel físico, pero también mental. Ignacio Casale asegura estar programado para remontar el abandono del último circuito, asegura estar madurando una mentalidad ganadora que curiosamente se aleja de cualquier idea sobre el triunfo que le pueda generar ansiedad.

«Desde hace dos años vengo haciendo un gran trabajo psicológico, esculpiendo mi mente de manera rigurosa porque me he dado cuenta de que uno de mis principales errores es esta ansiedad que me ha hecho fallar y me ha llevado a abandonar. Creo que he estado algo inmaduro y falto de estrategia; pero sin embargo cada año me vuelvo un deportista más inteligente con la ayuda de mi psicólogo deportivo y eso se ha ido reflejando en los resultados», dice Casale en plena pausa del Dakar, periodo en el que se prepara tranquilo pero sin tregua.

«Mi objetivo este año es ganar el Dakar pero no quiero meterme presión. Mi meta es terminar el rally y cumpliendo este fin, creo que puedo quedar entre los tres primeros sin problemas. Si me meto esta presión innecesaria de «debo ganar, debo ganar», probablemente me juegue una mala pasada encima de la moto, como un peso extra que no es bienvenido», explica.

Mientras, entre enero y febrero, Casale se toma unas vacaciones de asceta. Lejos de todo lo que le haga pensar en tuercas y dunas, asegura recuperar energías alejándose del mundo. «Apenas termina el Dakar a fines de enero me voy bien lejos, ojalá donde no haya ni la sombra de una moto. Uno queda totalmente agotado -física y mentalmente-, recién en marzo parte mi entrenamiento para el año próximo», dice sobre este periodo de descanso. Desde marzo a agosto realiza muchas horas de bicicleta y pesadas rutinas de gimnasio para aclimatarse a la vida real.

«Hay que fortalecer todo el cuerpo, porque la moto te exige mucha fuerza en las piernas, inferior, intermedia y superior, fortalecer mucho el cuello también para sostener el casco de un kilo y medio por horas. Después de agosto, me voy a entrenar al norte, principalmente a Vallenar, Copiapó y Antogafagasta a hacer mucha duna y camino agreste donde hay mucho fech fech (un finísimo y riesgoso polvo arenoso de la arcilla que descompone motores y otras maquinarias). Una segunda pretemporada suma 3 a 4 horas de moto diaria, bicicleta de montaña tres veces por semana, pero sin recargarme mucho de gimnasio para no llegar agotado a fin de año. Es complicado ir a entrenar a otros países y por fortuna estamos en la meca del Dakar, el mejor desierto del mundo lo tengo en mi patio para practicar, en mi país», asegura.

En la edición de 2013, el corredor ganó la séptima jornada del rally y se convirtió en el primer chileno en ganar una etapa en quads quedando en segundo lugar general. El 2014, logró un triunfo histórico para el deporte, pero el 2015 ganó 3 etapas y fue líder de la general cuando debió abandonar por problemas mecánicos.

«Diría que hoy me tomo las cosas con más calma. Soy un piloto cada vez más rápido pero he cometido errores que me han dejado fuera y no quiero que eso vuelva a ocurrir. Este año llegaré con la cabeza 100% preparada y esperamos subirnos al podio y, al menos, estar entre los tres primeros. He aprendido que hay que superar la ansiedad de ganar, no sólo en la carrera sino en el cotidiano y no saltarme la estrategia», sostiene.

-¿Entra en esa cuota de ansiedad la característica mortal de correr el Dakar?
-Sí, pero la verdad es que trato de no pensar mucho en eso, pero es algo que tengo muy presente. Me ha tocado ver cómo mueren otros corredores o cuando sufren accidentes muy, muy graves. Son temas que trato con mi psicólogo deportivo permanentemente y que trato de erradicar de mi mente para hacer una buena carrera. Trato de no pensar en ello porque es un asunto que afecta mucho y un deportista afectado no rinde.

Te has mostrado crítico sobre las quejas del paso del rally por sitios patrimoniales del norte…
– Creo que no soy yo el que debe hablar de esto, es el gobierno el que tiene que hacerlo. Nosotros los corredores somos solamente los payasos del circo. Sé que las autoridades tienen resuelto el tema y que quienes hablan de esto son una pequeña parte de la población que ha sabido hacer muy bien el trabajo de hacer ruido. La gran mayoría del público quiere que el Dakar se corra en Chile y eso por algo será. Por otro lado, el rally es un gran atractivo que le hace muy bien a esas zonas deprimidas, sobre todo en estas épocas de crisis en que las minas cierran y los hoteles no logran concretar reservas. Hay gente de allá que me escribe y que me cuenta todo el año lo afectada que está.

Este tema de las zonas arqueológicas son un par de personas muy bien organizadas que saben hacer ese trabajo de desinformación y que tiende a creer todas las cosas que ve en el Facebook, cosas que en su mayoría son mentira. El Rally Dakar es una ventana turística sumamente importante y el haber perdido su realización ha sido un gran error para el país.

Fuente directa: www.lanacion.cl

 

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