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Cierre de centrales a carbón: Valparaíso, Biobío y Antofagasta alistan “transición justa”

Las secretarías regionales ministeriales de Energía tienen una batería de medidas para reubicar a la fuerza laboral ante el cese operaciones de las termoeléctricas a carbón.

En el marco de la cuenta regresiva para el cierre de operaciones de las centrales a carbón Bocamina I (128 MW) y Ventanas I (114,2 MW), de acuerdo con el cronograma acordado por el Ministerio de Energía con el sector privado, que tiene previsto el retiro para fines de este mes, las regiones de Biobío y Valparaíso alista las medidas de la estrategia de transición justa, elaborada por el Ministerio de Energía para enfrentar el impacto laboral y social que plantea la salida de estas instalaciones en sus respectivas localidades.

Y es que, según las estimaciones del Ministerio, cerca de 4.400 plazas laborales se perderían con el cierre de todas las centrales a carbón, por lo que las Secretarías Regionales Ministeriales preparan las medidas para enfrentar estas situaciones.

Valparaíso

Fernanda Pinochet, seremi de Energía de la Región de Valparaíso, señala que ante el cierre de las unidades en Ventanas, buscan promover la creación de nuevos empleos, de mayor calidad y asociados a una economía de bajo carbono, por lo que se está potenciando el desarrollo de energías renovables, además de implementar la eficiencia energética y la preservación o restauración del medio ambiente en la región.

Simultáneamente, la autoridad participa de una mesa tripartita que tiene como finalidad elaborar una estrategia articulada, tanto, por el sector público como privado y la ciudadanía, para escuchar y evaluar las propuestas de desarrollo post cierre de las centrales Ventanas I y II. Esto, con el objetivo de asegurar el cumplimiento de los compromisos adoptados por las partes y escuchar las necesidades de la comunidad.

Puntualmente, en Valparaíso, la central Ventanas I no tendrá despidos. La empresa AES Gener ha informado que de los 33 trabajadores que mantenían labores en esta unidad, 17 han sido reubicados en el proyecto hidroeléctrico Alto Maipo y los 16 restantes se han acogido a una jubilación adelantada.

En relación a los trabajadores de la central Ventanas 2, su cierre está proyectado para dos años más, por lo que la empresa ha concentrado sus esfuerzos en cumplir los compromisos adquiridos con sus trabajadores durante el cese de funciones de Ventanas 1.

Según Fernanda Pinochet, también se trabaja en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al año 2030 en un 30% respecto al 2016, porque la región ha desconectado más de 300 MW desde 2018 a la fecha.

Biobío

El seremi Mauricio Henríquez describe que participan y apoyan las mesas sociales y los fondos concursables disponibles, con el cierre de Bocamina I en la ciudad de Coronel, por lo que también se han concentrado en potenciar desarrollos energéticos que permitan realizar el cambio de matriz.

“El trabajo que se hace desde Los Ángeles hasta Collipulli donde se construyen más 450 MW de energía eólica, junto con el trabajo en Arauco y Lebu que permita habilitar el territorio para los casi 600 MW en proyectos, para que el cierre también venga acompañado de la construcción de nuevas centrales”, afirma.

La autoridad sostiene que alrededor de 900 personas trabajan de forma directa en Bocamina I, sumándose a ellos los otros 300 trabajadores indirectos de la compañía, por lo que Enel Generación Chile creó un plan de transición laboral para reconvertir puestos de trabajo dentro de la misma empresa.

El seremi también menciona la “capacitación y validación por competencias que tengan los trabajadores y de esta forma poder encontrar nuevas fuentes laborales para ellos. Les ofrecemos una oferta programática con Corfo, Sence, Chile valora, con el ministerio del Trabajo para facilitar esta transición laboral y evitar la cesantía”.

El plan de Transición Justa de la región del Biobío tiene cuatro ejes: transformación laboral, medio ambiente, situación energética y ámbito social. Henríquez explica que la idea de la transición laboral es permitir que los trabajadores que hoy están en las compañías puedan reconvertirse dentro de las filiales que tiene la empresa.

En el ámbito social, describió que se ha trabajado con todas las compañías para que los compromisos sociales adoptados se mantengan más allá del cierre de la central. “En el caso de Coronel son un poco más de $2.000 millones para fondos concursables que ya han lanzado y donde la compañía se han comprometido a cumplir con estos recursos para todos los sindicatos y agrupaciones de la sociedad civil que participan de estos compromisos sociales”, comentó el secretario regional”, indica.

Antofagasta

El cierre de dos unidades en la central Tocopilla, prevista para diciembre de 2024, es lo que prepara el seremi de Energía de la Región de Antofagasta, Aldo Erazo, quien detalló que una estrategia general para el cierre y/o reconversión debe permitir generar lineamientos para establecer una hoja de ruta de acciones específicas.

“El trabajo en elaboración dará un marco general al proceso de transición energética, se irán definiendo propuestas de planes de acciones locales para las diferentes regiones y comunas que enfrentarán este proceso”, precisa.

Agrega que se proponen medidas de mitigación y recomendaciones de acción que maximicen beneficios productivos, laborales y socio-ambientales de dichos territorios.

Aldo Erazo detalló que se está trabajando con las empresas para hacer cierres de forma responsable y en coordinación con autoridades locales, y sindicatos: “El impacto laboral del cierre de centrales a carbón debe contrastarse con el empleo generado por nuevas fuentes laborales que acompañen el proceso hacia una transición energética basada en energías limpias”.

En Antofagasta, la seremi ha organizado diferentes tallere  con sindicatos de trabajadores de las cuatro empresas que tienen unidades a carbón en Chile, con la sociedad civil de los territorios involucrados y ampliados donde ONG, academia, servicios públicos, empresas de otros rubros, y otros actores puedan opinar y aportar en la construcción de la estrategia.

“El proceso de elaboración de la Estrategia, es participativo para lograr generar un diagnóstico de las necesidades sociales, productivas, ambientales y territoriales existentes”, detalló la autoridad, agregando que una vez avanzado un borrador de esta iniciativa, se realizará un proceso de consulta pública para que las personas puedan aportar sus opiniones y recomendaciones.

Fuente:MCh.

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