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Coronavirus en Islandia: La estrategia «única en el mundo» del país que ofrece pruebas de diagnóstico a toda la población

Mientras el número de muertos y contagios se multiplica cada día en sus países vecinos y por casi todo el globo, Islandia solo ha reportado cuatro muertes y unos 1.500 casos. ¿Cómo lo ha hecho?

En el norte casi polar, Islandia, una isla salpicada de fiordos e iluminada por auroras boreales, muestra un enfoque peculiar para combatir el coronavirus.

Mientras el número de muertos y contagios se multiplica cada día en sus países vecinos y en casi todo el planeta, la nación nórdica ha logrado mantener a raya -al menos de momento- al covid-19: en casi dos meses solo ha reportado cuatro muertes y unos 1.500 casos.

Y para ello, no ha necesitado decretar cuarentenas ni confinamientos obligatorios: aunque las reuniones de más de 20 personas han sido suspendidas, muchas tiendas y negocios siguen abiertos y los niños en algunos niveles de enseñanza continúan yendo a las escuelas.

«Es el resultado de una estrategia que considero muy exitosa y que creo que es única en el mundo hasta donde llega mi conocimiento», le cuenta a BBC Mundo la epidemióloga islandesa Kristjana Asbjornsdottir, profesora de la Universidad de Washington, en EE.UU.

El punto de partida del abordaje islandés ha seguido una de las recomendaciones básicas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde que se comenzó a esparcir el coronavirus por todos lados: hacer «pruebas, pruebas y más pruebas» y, a partir de eso, tomar las decisiones.

Pero a diferencia de otras naciones, en Islandia no solo se testean casos sospechosos, potenciales contagios o personas en grupo de riesgo: el país ofrece la prueba de coronavirus a quien quiera hacérsela y de manera gratuita.

«La estrategia principal en Islandia se ha basado en pruebas exhaustivas, no solo a individuos de alto riesgo o con síntomas, sino también a la población en general», le explica a BBC Mundo Jóhanna Jakobsdóttir, profesora de bioestadística del Centro de Ciencias de la Salud Pública de la Universidad de Islandia y parte del equipo de respuesta al covid-19 en el país.

Pero las pruebas masivas y gratuitas no han sido el único enfoque que ha permitido a Islandia ofrecer una respuesta particular al coronavirus: medidas innovadoras para localizar y aislar nuevos contagios también han formado parte de la estrategia.

Una visión novedosa

Cuando Islandia detectó su primer caso de covid-19 en febrero pasado, ya llevaba semanas haciendo pruebas para detectar el virus en turistas o personas que regresaban de viaje al país.

Según los expertos consultados por BBC Mundo ese enfoque «vigilante» de intentar atacar la enfermedad incluso antes de que se mostrara en la comunidad fue un paso decisivo.

«Creo que fuimos el único país del mundo que estuvo haciendo pruebas mucho tiempo antes de que el primer caso apareciera«, cuenta a BBC Mundo Kari Stefansson, director de DeCode Genetics, la empresa biotecnológica que lidera los esfuerzos para realizar exámenes masivos de coronavirus junto al Ministerio de Salud.

A diferencia de lo que pasaba en otros países, donde las personas acudían ya enfermas a los hospitales, en Islandia las autoridades pedían a los que entraban a la isla que se presentaran en los centros de salud a hacerse pruebas aunque no tuvieran síntomas.

Pero a mediados de marzo, conforme los casos aumentaban, DeCode Genetics decidió abrir el espectro y ya no solo testear a potenciales contagios o personas con síntomas o con un historial de viaje a zonas de riesgo: el que quisiera podría hacerse un examen de coronavirus.

«Esto lo hicimos porque entendimos que era necesario conocer cuán rápido el virus se estaba diseminando por la población y así poder diseñar métodos para contener la enfermedad», señala Stefansson.

Al principio, el muestreo era voluntario, pero desde la pasada semana la empresa comenzó incluso a llamar de forma aleatoria a números de la guía de teléfono de Islandia para invitar al que respondiera a acudir a sus sucursales para realizarse un test.

Y si bien esto es posible en gran medida por las características demográficas del país –la población de Islandia ronda los 360.000- los expertos creen que el alcance de este enfoque puede servir de utilidad a naciones con mayor número de habitantes.

«Islandia tiene una población muy pequeña, pero creo que los resultados de esta aproximación pueden aclarar muchas interrogantes que tenemos a nivel científico sobre el verdadero alcance del virus», opina Asbjornsdottir.

Otras estrategias

De acuerdo con Jakobsdóttir, el testeo masivo a la población ha sido la base para el resto de las estrategias y las decisiones políticas que ha tomado el país para contener la expansión del virus.

Una vez que los casos son identificados, dice, las autoridades proceden con un seguimiento riguroso de los contactos de las personas contagiadas, que son puestos en confinamiento independientemente de su estado de salud.

«Actualmente, alrededor del 50% de los nuevos casos ya estaban en cuarentena en el momento del diagnóstico», señala.

Otro de los elementos, en su criterio, fue que las autoridades decidieron aislar las poblaciones de riesgo desde la detección de los primeros contagios.

«Los hogares de ancianos y los hospitales han estado cerrados a los visitantes desde el primer caso, por lo que Islandia ha podido proteger mejor que muchos otros países a los que corren mayores riesgos de complicaciones graves», señala.

Según cifras del gobierno, Islandia solo cuenta con 20 camas de cuidados intensivos con respiradores para atender casos potenciales de covid-19, de ahí la urgencia para evitar un aumento en los contagios.

Para detectar nuevos contagios, las autoridades islandesas se han valido de estrategias «policiacas» que ya habían implementado otros países asiáticos, como Singapur: el uso detectives y agentes de investigación criminal para localizar potenciales nuevos casos.

«Ese es otro elemento importante: las autoridades públicas han sido muy efectivas en rastrear potenciales casos y alientan a todos los que hayan tenido contacto con personas enfermas a que hagan las cuarentenas incluso antes de que aparezcan los síntomas», indica Asbjornsdottir.

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