Cristina Fernández: Me pueden citar, meter presa, pero no podrán callarme

Miles de personas escucharon el discurso de más de una hora de la ex Presidenta, una vez que declaró ante el juez que la quiere procesar por una venta de dólares a futuro que hizo el Banco Central.

La ex Presidenta argentina Cristina Fernández convirtió el miércoles una audiencia por presunta impericia cambiaria de su gobierno en un multitudinario acto opositor frente a los Tribunales, donde acusó al presidente Mauricio Macri de fabricarle una causa.

“Me pueden citar 20 veces más, me pueden meter presa, pero lo que no pueden hacer es hacerme callar. Propongo formar un gran frente ciudadano, convoquen a los dirigentes sindicales también porque están echando a gente como perros”, dijo ante decenas de miles de simpatizantes bajo una intensa lluvia.

Confiada y sonriente, Kirchner había ingresado al juzgado de su archienemigo Claudio Bonadio sorteando una colorida y ansiosa muchedumbre de partidarios con banderas, bombos, carteles y pancartas con reproches a Macri por los despidos y los aumentos de tarifas.

“Todas las supuestas causas que están inventando contra Cristina son tan falsas que se va a quedar en un show. Las medidas económicas de Macri nos asfixian”, afirmó Alejandro Rodríguez, de 30 años, un trabajador de la periferia de Buenos Aires presente en el mitin espontáneo.

Este primer gran mitin opositor al gobierno de centroderecha de Macri fue transmitido casi en cadena nacional por las principales televisoras del país y seguido minuto a minuto por los portales de noticias.

“No les tengo miedo. Afrontaré este proceso y cualquier otro que quieran fabricarme”, dijo en la red social Facebook.

Durante la manifestación, Eduardo Gino, de 60 años, profesor de Bellas Artes, dijo que “este gobierno de empresarios es un retroceso inmenso que pagaremos caro”. “La causa contra Cristina es persecución política”, añadió.

Por su parte, la docente Adriana González, de 56 años, en medio de una marea de jóvenes militantes, dijo a la AFP que “tenemos memoria y no queremos otro 2001”, con un colapso financiero y estallido social.

Además de esta causa, la ex Presidenta afronta también el pedido de investigación de un fiscal por supuesto lavado de dinero de un empresario amigo.

La citación colocó a Fernández en el centro de la escena política luego de haberse recluido en la Patagonia (sur) desde el 9 de diciembre, cuando dejó el cargo a Macri.
Macristas querellantes

Cristina Fernández Kirchner está imputada por afectar los fondos del Banco Central con las “ventas de dólares a futuro”, una operación cambiaria realizada por el Banco Central en septiembre pasado, en plena campaña electoral.

En un intento por desalentar una devaluación, el Banco Central fijó precios de dólar no muy altos, válidos para marzo de 2016.

Pero Macri, cuyo triunfo sorprendió al kirchnerismo, devaluó tras asumir y el Banco Central tiene que pagar ahora un 50 % más caros los futuros.

Los querellantes son dos macristas, el titular del Senado, Federico Pinedo, y de Diputados, Mario Negri.
Lluvia de causas

Argentina está agitada por denuncias judiciales que alcanzaron incluso a Macri por la revelación de al menos dos sociedades ‘offshore’ suyas en la investigación de los “Panamá Papers” y por una serie de acusaciones a ex funcionarios de los gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y su esposa, Cristina Fernández (2007-2015).

“Se la pasaron buscando la ruta del dinero K y se encontraron con la ruta del dinero M”, dijo la ex Mandataria arrancando aplausos en su encendido discurso.

Las acusaciones contra los kirchneristas van desde enriquecimiento ilícito hasta lavado de dinero con sospechas cruzadas de parcialidad de fiscales y jueces.

La diputada del partido socialdemócrata GEN Margarita Stolbizer, una de las principales denunciantes de gestiones sospechosas durante el kirchnerismo, advirtió que existen «muchos elementos para procesar» a Kirchner «en varias causas».

AFP

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