Donald Trump asumirá este viernes como el 45º presidente de Estados Unidos

El multimillonario Donald Trump prestará juramento este viernes como 45° presidente de Estados Unidos, con la promesa de crear nuevos empleos y tornar a la primera potencia mundial más cerrada al libre comercio, a los inmigrantes y al resto del mundo.

La altanera exestrella televisiva de gran jopo dorado y sin ninguna experiencia política sucederá al demócrata Barack Obama en las riendas del país, que desea administrar como si fuese una empresa.

Su victoria, que dejó atónito al planeta, está anclada sobre todo en los votos de una clase trabajadora blanca que desconfía de los políticos tradicionales y que siente que la globalización les ha perjudicado, trasladando empleos a México o China.

Los aliados tradicionales de Estados Unidos observan al magnate inmobiliario neoyorquino con inquietud: tras una divisiva campaña, el republicano Trump, de 70 años, llega a la Casa Blanca con la menor popularidad de un nuevo presidente en cuatro décadas.

Trump promete unificar al polarizado electorado, pero esto se contradice con sus constantes ataques a detractores, generalmente por Twitter: de la prensa a la actriz Meryl Streep o al héroe de los derechos civiles John Lewis, de las agencias de inteligencia a la canciller alemana Angela Merkel o a Europa.

En el frente diplomático es donde surgen las mayores dudas. Los líderes del planeta se interrogan sobre cómo interpretar sus declaraciones, contradichas muchas veces por sus futuros ministros sobre las relaciones con Rusia o el acuerdo nuclear iraní.

Tras haber pasado la noche en la Blair House, la residencia frente a la Casa Blanca reservada a los altos dignatarios, Trump y su tercera esposa Melania, una exmodelo de 46 años nacida en Eslovenia, tomarán un té con Obama y su esposa Michelle antes de dirigirse juntos en una limusina al Capitolio.

Cientos de miles de seguidores y también de opositores son esperados a lo largo del “Mall”, la inmensa avenida que parte del Congreso, donde estarán vigilados por 28.000 miembros de las fuerzas de seguridad. Tres expresidentes también asistirán a la investidura: Jimmy Carter, George W. Bush y Bill Clinton.

La esposa de Bill, Hillary, que perdió ante Trump la chance de convertirse en la primera mujer presidente de Estados Unidos, también estará presente cerca de la escalinata del Congreso, donde Trump prestará juramento.

“Haremos que Estados Unidos sea grande otra vez”, insiste Trump, un as de la autopromoción que se califica a sí mismo como “el mayor creador de empleos que Dios jamás ha creado”.

Ya a partir del lunes, su primer día oficial de trabajo en la Casa Blanca, se esperan varios decretos que desmantelarán medidas adoptadas por Obama, por ejemplo en cobertura de salud pública, y quizás en inmigración, según sus allegados.

“Las cosas van a cambiar”, anticipó el jueves Trump.

 

AFP

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