OPINIÓN

Educación: reencantamiento urgente ( Sonia Fuentes Muñoz, Decana de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales UCEN)

Para quienes nos dedicamos a la formación de profesores, nos preocupa de sobremanera ver el creciente desinterés que presentan los jóvenes por estudiar pedagogía. Aventurarse a diagnósticos rápidos y decir que esto se debe únicamente a una falta de incentivos económicos es subestimar la complejidad del problema. A veces confundimos los síntomas con la enfermedad, destinando importantes esfuerzos a otras áreas que se vuelven estériles si no atendemos las necesidades por quienes nos debemos.

 

Educar es el proceso de aprendizaje para integrarse socialmente, y la pedagogía es el área profesional del conocimiento que se encarga del acompañamiento humano, significativo y empático que busca la potenciación de las capacidades y la transformación positiva, activando y canalizando su emocionalidad, su cognición y su comportamiento para lograr este fin. Es el rol del educador el que contribuye a la formación de ciudadanos que aprendan a sentir, pensar y actuar de manera comprometida y autorregulada para aportar al desarrollo y bien común. Es una relación reciproca y trascendental, base del desarrollo de toda nación. Es por ello que la educación es un eje fundamental para la sociedad y la pedagogía favorece la educación de sus ciudadanos.

 

En sólo cuatro años más, se proyecta un alarmante déficit de más de 26.000 profesores para nuestro país, ¡Chile se está quedando sin profesores, y en un corto plazo! ¿A alguien le puede caber duda por qué es tan esencial para el país propiciar con urgencia una reflexión sobre el desarrollo de los profesionales de la educación?

 

Necesitamos volver a reencantar a los jóvenes para despertar la vocación de acompañar a otros en el desarrollo de sus capacidades y potencialidades que los lleve a ser los ciudadanos que el país y el mundo necesitan. Para ello, debemos estar ya en la tarea de revisar las políticas públicas referidas a la formación de pedagogos, al desarrollo profesional y a las condiciones laborales dignas y atractivas para nuestros profesores. Nuestros niños y jóvenes lo necesitan con urgencia.

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