EE. UU.: ataque contra hospital en Afganistán no fue crimen de guerra

El Pentágono afirmó que el bombardeo a un hospital de Médicos Sin Fronteras en Afganistán no es un crimen de guerra porque «no fue deliberado».

El Ejército estadounidense consideró que el ataque aéreo del año pasado contra un hospital en la ciudad afgana de Kunduz no fue un crimen de guerra, según determinó una investigación interna revelada hoy (29.04.2016) por el general Joseph Votel.

«El hecho de que no fuese intencionado lo exime del ámbito de constituir un crimen de guerra deliberado», señaló el general Joseph L. Votel, que dirige el Comando Central a cargo de las operaciones estadounidenses en Oriente Medio, en una rueda de prensa.

En la presentación de la investigación oficial del ataque que dejó 42 muertos en Kunduz, en el norte de Afganistán, Votel consideró lo ocurrido como un «trágico» evento consecuencia de «una combinación de errores humanos y técnicos». El general aseguró que el hospital de Kunduz fue confundido con otro edificio controlado por los talibanes. Además explicó que el hospital estaba en una lista de edificios que no podían ser atacados, pero que la tripulación del avión no tuvo acceso a esa lista por problemas con el sistema de radio.

Indemnización a los afectados y sanciones leves a involucrados

Votel anunció además que se pagará una indemnización a los afectados. Además, el Departamento de Defensa otorgará 5,7 millones de dólares para la reconstrucción de la instalación médica. Al menos 42 personas, entre ellas 24 pacientes y 18 empleados, murieron en el ataque del 3 de octubre, que dejó además 37 heridos y destruyó el hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF).

Asimismo, se confirmó la imposición de sanciones leves a 16 militares, entre los que figuran un general de dos estrellas, la tripulación del avión que participó en la operación y miembros de las fuerzas especiales del Ejército de Tierra de EE. UU. Uno de los oficiales fue suspendido de su puesto de mando y retirado de Afganistán, mientras que el resto recibió sanciones menores, como cartas de reprimenda y la vuelta a cursos de entrenamiento.

«Es incomprensible”

Por su parte, la organización Médicos sin Fronteras (MSF) dijo hoy que sigue siendo «incomprensible» que Estados Unidos atacara su hospital en Afganistán en octubre pasado, tras publicarse los resultados de la investigación oficial del Pentágono. «Es incomprensible que, según las circunstancias descritas (en el informe de la investigación), el Ejército estadounidense no suspendiera el ataque», afirmó en un comunicado la presidenta de MSF, Meinie Nicolai, en un comunicado fechado en Nueva York.

Para Médicos sin Fronteras, esas sanciones «administrativas» no se corresponden con la proporción de la «destrucción» causada en su centro hospitalario, donde murieron 24 pacientes, 14 miembros de la organización y 4 vigilantes. «La poca contundencia (de Estados Unidos) a la hora de rendir cuentas envía una señal preocupante y es poco probable que sirva para disuadir de futuras violaciones a las normas de la guerra», advirtió la organización.

FEW (dpa, EFE)

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