El desplome de las bolsas chinas arrastra a los mercados globales

Las bolsas chinas y de Hong Kong sufrieron un grave desplome que se suma a las fuertes pérdidas de la semana pasada, encabezado por Shanghái, que se hundió un 8,49 % y generó un movimiento que arrastró a las plazas asiáticas y europeas.

Los mercados chinos sufrieron un auténtico lunes negro, ya que al hundimiento de Shanghái se sumó la caída del 7,83 % en la segunda bolsa del país, la de Shenzhen, que tiene una fuerte componente de valores tecnológicos.

Shanghái registró su mayor caída en ocho años, tras lo cual entró en pérdidas anuales, y las pérdidas pudieron ser aún mayores ya que en ese parqué la cotización de una empresa se suspende automáticamente si baja más de un 10 %, lo que ha hecho que muchos valores no estén operativos.

En Hong Kong, el índice de referencia Hang Seng se precipitó un 5,17 %, su segunda mayor caída del año, y cerró en su nivel más bajo desde julio de 2013.

Efecto de arrastre

La nefasta jornada bursátil en China se extendió como un tifón por el resto de plazas asiáticas, y así Tokio perdió un 4,61 %, su mayor caída desde mayo de 2013, con pérdidas destacables en Seúl, Taipei y los mercados de todo el sureste asiático.

Y la mala jornada asiática se tradujo, a su vez, en la apertura con fuertes pérdidas en las principales bolsas europeas: Londres, Fráncfort, París y Madrid abrieron este lunes con caídas de entre el 2,55 y el 3,24 %.

Según varios analistas, esta larga racha de pérdidas en las bolsas chinas se debe a varios factores, especialmente las dudas sobre la marcha de la economía del país, la segunda mayor del mundo, después de unos datos macroeconómicos mediocres en los últimos meses, que alimentan las dudas sobre el crecimiento de China a medio plazo.

Además, en las últimas semanas se está produciendo una salida de inversiones en yuanes tras la devaluación de la divisa china que tuvo lugar a comienzos de este mes.

EFE

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