El gran desfile militar de Rusia boicoteado por Occidente

Rusia organizó un desfile militar sin precedentes en la Plaza Roja de Moscú para conmemorar el 70 aniversario de la victoria aliada sobre la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

El ejército rojo de la entonces Unión Soviética capturó a Berlín para marcar el fin de la guerra y para la Rusia moderna todavía representa un día de intensa emoción y significado histórico por el sacrificio de la nación.

A pesar de que se celebra una victoria aliada, muchos líderes de Occidente boicotearon el evento debido a la crisis en Ucrania y las acusaciones de que Moscú está armando a los rebeldes separatistas en el este de ese país.

Poderío militar

Más allá de la celebración, la ceremonia cuenta con un alto componente político y es un despliegue de la fuerza militar rusa.

Con las unidades militares vestidas en uniformes de la Segunda Guerra Mundial, miles de tropas más marcharon frente al Kremlin y, por primera vez, se desplegó en público armamento de la más avanzada tecnología.

De lo más destacado está el tanque de batalla blindado T-14 Armata con una torre armada controlada a control remoto y una cabina reforzada para la tripulación.

También desfilaron los RS-24 Yars, misiles balísticos intercontinentales con capacidad para tres ojivas nucleares.

En su discurso, el presidente Vladimir Putin rindió tributo al sacrificio de las tropas soviéticas durante la Segunda Guerra Mundial.

También agradeció al «pueblo de Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos por su contribución a la victoria».

Sin embargo añadió: «En décadas recientes, lo principios internacionales de cooperación han sido cada vez más ignorados. Estamos viendo como la mentalidad de bloqueo militar está ganando impulso».

Las declaraciones hacen eco de las quejas hechas en el pasado por Putin sobre lo que llama los esfuerzos de EE.UU. y sus aliados de la OTAN de rodear a Rusia militarmente.

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