«El o los liderazgos, una carencia histórica de Atacama» por Alberto Calvo (Arquitecto)

Resulta tremendamente difícil de entender, como ante la adversidad y el maltrato que el territorio de Atacama hizo a todos sus habitantes, sin distinción de ningún tipo, no haya surgido ese gran y necesario conductor, el anhelado líder , que podría llevar a la region a una esperada época de esplendor.
La primera obligación , la debieron tener los elegidos por el pueblo, luego cualquiera de las autoridades designadas y podemos darnos cuenta que dicha calidad y capacidad, jamás la han tenido y no solo esto afecta a las actuales, si no que se arrastran en el tiempo para desgracia y postergación nuestra.
El LÍDER no esta, no surge, no existe, no se muestra y cada día es más tarde, es imprescinble, es necesario que aparezca un personaje empoderado , con carácter, que exija, de lo contrario el Gobierno nos olvidara y seremos un Tocopilla mas, un Valparaíso o un Iquique, por ello debemos mantenernos en una vigilia permanente.
Si creemos en la verdadera recuperación  de Atacama, si mantenemos esperanzas y un fuerte compromiso, debemos cambiar el lenguaje, debiéramos ser propositivos, ser pro activos, audaces, con mentalidad positiva, de futuro, soñar con un mejor Atacama y para ello debemos abandonar el hablar de reconstrucción , debemos poner todos los esfuerzos en la CONSTRUCCIÓN DE ATACAMA. Debemos preocuparnos y ocuparnos de aportar, considerando todas las capacidades que están entre nosotros, no necesitamos traer cerebros ni inteligencia  de afuera, dejemos que dichos iluminados vengan, que opinen y nos digan lo que debiéramos haber hecho o lo que debemos hacer y preguntarles que si dichas ideas son buenas que las aporten con el respectivo financiamiento, para su pronta realización, el resto es un cuento mas.
Los capaces de la region deseosos de participar y aportar existen, han vivido siempre entre nosotros y ni se les distingue y menos se les convoca, pudiendo aportar ideas y soluciones con compromiso, con entrega, pues decidieron vivir en Atacama y lo que hoy ocurre no lo ven como un negocio por que les duele a ellos y a los suyos.
Escucho muchas frases y expresiones negras, oscuras, de incertidumbre respecto del futuro, pero lo que ocurrió fue algo upe rigor, inexplicable pero previsible, y aun casi imposible dimensionar a cabalidad, aun estamos salvando la etapa de emergencia, intentando darle vitalidad y poner pronto de pie a esta alicaída Atacams, no es fácil y menos aún con el desorden y caos directivo como se ha abordado, con un total amateurismo, pero tras tres semanas esta apareciendo el lugar, mas triste y mas feo que antes, pero la obligación es cooperar, ponerse en marcha a la brevedad y emprender con fuerza y convicción.
Nos esperan días difíciles , pero debe plantearse un itinerario, con su respectivo cronograma, que defina tareas y metas a cumplir, para tener así una real evaluación de lo que se ha logrado hacer, por que hasta el momento , se han hecho , rehecho y vuelto a hacer infinidad de limpieza en las mismas calzadas con sus respectivas aceras, que como debió  haberse hacho bien y a la primera, pero para ello se requiere de liderazgo, conducción y por sobre todo capacidad de gestión, atributos ausentes, reemplazados por principios de autoridad débiles y poco capaces.
Como se nota una verdadera falta de la ansiada Alianza Pública Privada, la nuestra, no la de aquellos que vinieron a ayudarnos pero para hacer negocios y cuando deje de ser atractivo lo por hacer emigraran a buscar nuevos y mejores negocios, debiendo quedar en dichas tareas los que desde un principio y hasta el final debieron ser considerados, pues son nuestros, viven en este territorio, dan trabajo a muchos jefes de hogar, permiten el bienestar de muchísimas familias, cancelan patentes e impuestos en las entidades locales, consumen y se aprovisionan localmente.

La tarea del conductor, es la de buscar soluciones, no generar problemas, preocuparse de lo importante, de lo principal y no distraerse en pequeñeces, ni considerar expresiones de todo tipo, que pueden ser veraces o difamatorias, pues el objetivo principal es recuperar Atacama y con las escasas balas que se tienen, es mejor guardarla para cuando nos olviden.
Ante la ausencia del verdadero conductor, nuestra obligación será exigir a las autoridades y cooperar y aunar fuerzas para salir lo mas pronto de la emergencia y concentrarnos en CONSTRUIR ATACAMA.

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