Especialistas advierten estas Fiestas Patrias: No maneje si toma alcohol

Bebidas alcohólicas operan como un depresor del Sistema Nervioso Central, igual que los anestésicos generales que se usan en medicina. Actúa a todos los niveles, comenzando a nivel cerebeloso y continuando como depresor, señala José Miguel Figueroa, jefe del Servicio de Urgencia de la ex Posta Central.

Las Fiestas Patrias no se conciben si un asado y unas buenas copas de vino. El problema es que el consumo exagerado de bebidas alcohólicas tiene consecuencias, especialmente si se maneja, advierten los especialistas.

Conducir implica una gran responsabilidad y requiere estar concentrado y alerta a las condiciones del tránsito. El alcohol afecta nuestras capacidades, poniendo en riesgo la vida propia y de los demás, tanto dentro como fuera del vehículo, apuntan los expertos.

La ley hoy es más estricta con los conductores y el consumo de alcohol; bajando los gramos de alcohol permitidos en la sangre para manejar, y aumentando las sanciones relativas a la suspensión de la licencia de conducir:

►Bajo la influencia del alcohol: Un conductor que tiene más de 0.3 y menos de 0.8 gramos de alcohol por litro de sangre, se encuentra bajo la influencia del alcohol. Una persona en esta condición aumenta al doble el riesgo de sufrir un accidente.

►Estado de ebriedad: Un conductor que tiene más de 0.8 gramos de alcohol por litro de sangre, se encuentra en estado de ebriedad. Una persona en esta condición aumenta en cinco veces el riesgo de sufrir un accidente

Por esto, la recomendación de los especialistas es que si bebió, lo mejor es dejar el auto estacionado. No deben ser las multas o penas de cárcel las que hagan pensar en que lo correcto es no beber si manejas, si no sólo la posibilidad de poner en riesgo tu vida y la de los demás.
SISTEMA NERVIOSO

El alcohol opera como un depresor del Sistema Nervioso Central, igual que los anestésicos generales que se usan en medicina. Actúa a todos los niveles, comenzando a nivel cerebeloso y continuando como depresor, señala José Miguel Figueroa, jefe del Servicio de Urgencia del Hospital de Urgencia Asistencia Pública (ex Posta Central).

Asimismo, produce los siguientes efectos:

►Disminuye la capacidad de concentración, percepción del riesgo y procesamiento de la información. Provoca una falsa sensación de seguridad, causando que el conductor se exponga a situaciones más peligrosas, sin tomar en cuenta la gravedad.

►Reduce las capacidades de reacción y coordinación, falseando también la correcta apreciación de distancias y velocidades. El conductor, por ejemplo, calcula mal las distancias de frenado y efectúa una conducción menos precisa y coordinada.

►Baja la velocidad de comunicación con el sistema nervioso, inhibiendo la capacidad de distinguir entre estímulos e influyendo negativamente en el tiempo de reacción de un conductor ante un imprevisto (reflejos). La transmisión de las órdenes del cerebro a pies y manos se hace más lenta.

►Perturba el estado de ánimo, aumentando la agresividad.

►Provoca una reducción del campo visual y una mayor sensibilidad ante los luces de otros vehículos. Se reduce la visión periférica y se provocan movimientos oculares no habituales, que entorpecen la visión, lo que también afecta la correcta apreciación de distancias y velocidades.

►Causa sueño y fatiga, aumentando el riesgo de dormirse al volante.

Es cierto que el alcohol no perjudica de igual forma a todas las personas, pero eso no debe hacer pensar que hay alguien inmune a sus efectos. La única recomendación adecuada es no beber si se va a conducir.

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