ATACAMA

“Infraestructura flexible y dinámica” para proteger a la población y mejorar calidad de vida en Atacama.

CChc propone medidas concretas para avanzar hacia una Atacama resiliente ante eventos naturales: infraestructura crítica para el desarrollo.

El presidente de la CChC Copiapó, Carlos Aguirre, propuso buscar un mecanismo que permita financiar proyectos de infraestructura a nivel regional, un observatorio de acceso público donde se pueda conocer el avance de las obras de mitigación e hizo un llamado para la formalización de una mesa de trabajo entre distintos actores regionales que aborde este tema.

Todo en el contexto de la 2da versión del Seminario Infraestructura Crítica para el Desarrollo “Atacama Resiliente”, donde además expusieron Tatiana Izquierdo, investigadora de la Universidad de Atacama, y Hernán de Solminihac, director de Clapes UC y ex Ministro de Minería y Obras Públicas.

Buscar un mecanismo a nivel regional que permita asegurar el financiamiento y concreción de las obras de mitigación, la creación de un observatorio público para el seguimiento del avance de estos proyectos y formalizar una mesa de trabajo entre distintos actores regionales (públicos, privados, académicos y sociales) que tenga como objetivo empujar estas iniciativas, fueron planteados por el presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) Copiapó, Carlos Aguirre, en la 2da versión del Seminario Infraestructura Crítica para el Desarrollo “Atacama Resiliente”.

“Las obras de mitigación que se necesitan tienen un costo de US$615 millones, según ha informado el MOP, para financiar parte de ese presupuesto proponemos buscar un mecanismo a nivel regional”, expuso el dirigente gremial, quien explicó que “esta iniciativa podría tomar forma considerando que ya existe un fondo de infraestructura a nivel nacional, los traspasos de competencias a regiones que viene con la elección de gobiernos locales y la modificación tributaria que estaría planteando que ciertos impuestos queden en las zonas donde se tributan”.

En la oportunidad, además, expusieron Hernán de Solminihac, director del Centro de Estudios Latinoamericanos de Políticas Económicas y Sociales de la Pontificia Universidad Católica de Chile y ex Ministro de Minería y Obras Públicas, y Tatiana Izquierdo, investigadora de la Universidad de Atacama (UDA) y experta en gestión de riesgos y recursos hídricos.

“La historia de la región ha mostrado que han existido un montón de eventos de este tipo, donde la gente ha pedido que se prepare a la zona, pero esa respuesta no ha llegado y en la sociedad actual, en el contexto de una región que aporta de manera significativa al PIB del país, no puede ser que una zona colapse como en 2015, así que se debe invertir en obras de mitigación”, analizó la académica de la UDA.

EVALUACIÓN DE RENTABILIDAD SOCIAL PARA INFRAESTRUCTURA RESILIENTE

“En Chile para que se pueda aprobar inversión pública, tiene que ser a través de un mecanismo de evaluación social, para demostrar que es rentable, si no, no se pueden asignar recursos públicos, a menos que se haga por prioridad presidencial, por lo tanto la mayoría de las obras que se hagan tienen que cumplir ese parámetro”, explicó en su exposición el director de Clapes UC y ex Ministro de Minería y Obras Públicas, Hernán de Solminihac.

En este sentido, el experto aseguró que el país ha cambiado, la gente va aumentando su desarrollo, en paralelo se están sintiendo los efectos del cambio climático, por lo tanto los sistemas de evaluación de proyectos tienen que considerar estos nuevos elementos, se deben buscar mecanismos que detecten los beneficios a obras que mitiguen los efectos de fenómenos naturales y no sólo sus costos, para que puedan ser rentables.

“Muchos lugares de Chile se ven afectados, en Atacama están las inundaciones, pero en otros lados están los terremotos, las erupciones, hay que hacer un esfuerzo para que todos estos eventos sean incluidos en la evaluación social y nos permita realmente tener una metodología objetiva que asigne beneficios a esos proyectos y así tomar decisiones para optimizar los pocos recursos que el país tiene”, concluyó de Solminihac.

INFRAESTRUCTURA RESILIENTE Y CALIDAD DE VIDA

Dentro del Seminario Atacama Resiliente también se expuso sobre la importancia de que las obras de mitigación puedan entrar en la categoría de “infraestructura flexible y dinámica”, cumpliendo la doble función de proteger a la población, pero además mejorar la calidad de vida en las ciudades de Atacama.

Para eso se presentaron ejemplos internacionales de proyectos en Austria (diques de acero contenedores de crecidas de río y red de evacuación de aguas lluvias), Los Ángeles (canal de evacuación, que además se ocupa como vía de tránsito cuando no tiene agua), Nueva York (contenedor marítimo de la Isla de Manhattan, que es un muro donde se incorpora transporte, parques, vías y un canal de evacuación de agua) y Japón (muro contenedor de marejadas y disipador de tsunami).

El presidente de la CChC Copiapó también citó el ejemplo de Antofagasta, donde a raíz de los aluviones de 1997 se construyeron una red de piscinas decantadoras por todas las quebradas que circundan a la ciudad. “Si en una región vecina se generó un plan de infraestructura de esa envergadura y si tomamos en cuenta el daño que se produjo en Atacama a raíz de los aluviones de 2015 y 2017, las obras de mitigación que se tienen que construir a nivel regional deben concretarse sí o sí”, comentó Aguirre.

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