Mejorando el actuar frente a las catástrofes: Por Eric Ordenes Mardones Seremi Desarrollo Social.

Este año enfrentamos diversas emergencias naturales que afectaron a nuestro país en diferentes zonas. En el sur la erupción del volcán Calbuco, la costa del centro norte del país se vio afectada por un fuerte temporal, hace 6 meses la región de Atacama fue azotada por un aluvión que arrasó vastas zonas y recientemente la región de Coquimbo sufrió un fuerte terremoto que provocó un tsunami con cuantiosas pérdidas.

 

Acostumbrados a tener que enfrentar desastres naturales, que no podemos evitar, en lo que estamos empeñados es en impedir que un desastre natural implique un desastre social. Para ello, sucesivos gobiernos han evaluado protocolos de acción frente a las catástrofes. A partir de las experiencias anteriores y en lo que compete al Ministerio de Desarrollo Social y la Subsecretaría de Servicios Sociales podemos decir con satisfacción que hemos cumplido con esta obligación: hemos mejorado la forma de catastrar las familias afectadas para que reciban los beneficios correspondientes y se puedan poner de pie.

 

Con la experiencia adquirida en catástrofes anteriores, escuchando, la opinión de los expertos y de los afectados respecto de las falencias que estaba presentando, la Encuesta Única Familiar (EFU) utilizada desde hace 13 años en situaciones de emergencia, el trabajo conjunto del Ministerio de Desarrollo Social, el Ministerio del Interior, la ONEMI y el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, permitió actualizar la Encuesta Única Familiar y poner a disposición de las autoridades y de los equipos de emergencia la Ficha Básica de Emergencia –Fibe-, un nuevo instrumento más moderno, oportuno e integral.

 

La nueva Fibe busca hacer más eficiente el levantamiento de datos, con la finalidad de contar en un plazo breve con un registro exacto de familias afectadas que permita brindar una oportuna respuesta gubernamental. Ofrece un diagnóstico social más completo en las emergencias, ya que recoge mayor información relacionada con variables como personas en situación de discapacidad, pertenencia a un pueblo indígena, situación de embarazo, la condición de adulto mayor, enfermos crónicos y extranjeros.

 

Igualmente hemos incorporado el uso de nuevas tecnologías como tablets, huelleros electrónicos y georeferenciación para contar con la información precisa de manera más rápida. La Fibe se está aplicando con gran éxito en la región de Coquimbo alcanzando en dos semanas a 11.094 familias en las 14 comunas afectadas por el terremoto y tsunami.

 

Desde la Secretaría Regional Ministerial de Desarrollo Social, estamos convencidos y la experiencia en Coquimbo así lo demuestra, que este nuevo instrumento será un gran aporte para que los damnificados puedan, con la ayuda del Estado comenzar a restituir su vida lo antes posible luego de la emergencia.

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