OPINIÓN

Peligro en estructuras construidas siglos atrás. ( Andrés Vito Bahamonde, Académico Ingeniería Civil, Especialista en estructuras, Universidad San Sebastián)

Hace tres o cuatro siglos, la construcción no era de la misma calidad a la que tenemos hoy, se trata de estructuras con una condición en la construcción mucho más precaria y con calidad en los materiales que no son equivalentes a los actuales. Teniendo solo esto en consideración, el incendio en la Catedral de Notre Dame, en Francia, resulta de mayor cuidado.

 

Cuando se estaba construyendo la nave principal de la Catedral, se decidió aumentar en dos metros la altura. Esto incluyó que tuvieran dicho aumento con una estructura adicional que soportara los muros de la bóveda principal. O sea, aparte tienes estructuras secundarias que no estaba incluida en el proyecto, lo que se suma a las múltiples modificaciones que ha tenido en 400 años. Todo eso, la hace más sensible en situaciones como el incendio que la afecta.

 

La estructura es principalmente de piedra y esta tiene capacidad de absorción de humedad y esto puede aumentar hasta en un 15% la densidad de la piedra, generando un colapso. Se trata de una estructura principal que, al aumentar de peso de esta manera, puede generar agrietamiento y colapso.

 

Además, en una situación como la que vive Francia actualmente con este incendio, hay un riesgo asociado al valor de la infraestructura. No es lo mismo que colapse una catedral de más de 400 años, a que colapse un galpón que tiene un proceso productivo específico. Aquí hay un valor que es mucho más significativo en un caso por sobre otro: el valor arquitectónico patrimonial.

 

Por supuesto, cualquier probabilidad de colapso de una infraestructura es un riesgo. Primero, por las vidas humanas que pudieran estar en juego. Es que el diseño de las estructuras, actualmente, cumplen con una normativa -ya sea sísmica, de viento, etc.- que procura evitar los colapsos en primera instancia. Y esos criterios de diseño no son los mismos de antes. En los procesos constructivos de hace siglos, no tenían definidos estos diseños, lo que la convierte inmediatamente en una estructura de mayor riesgo.

 

Por nuestra parte, en Chile, donde vemos tan lejano este tipo de sucesos, también existen estructuras antiguas con riesgos similares. En general, nuestras estructuras más antiguas tienen materiales como madera u otros de consumo ligero. Y, sobre todo, tienen una característica muy importante relacionada a las modificaciones que se le hacen a la estructura, donde muchas de ellas tienen materiales ligeros como terciado, madera terciada y otros, que son mucho más propensos a ser consumidas rápidamente si es que asedian las llamas.

 

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