“Recomendaciones para Fiestas Patrias” Por Elías Úbeda Greig, psicólogo Clínico y Forense

Estamos a punto de vivir una fiesta de gran importancia para nuestro país, las fiestas patrias. El 18 de septiembre celebramos la creación de la primera junta de gobierno.

Hacemos una ferviente invitación a celebrar en un ambiente lleno de alegría, de encuentro entre amigos y familia, coronado por la cueca, y a la que hay que darle colorido, poner las banderas en nuestras casas, disfrutar de la chicha, las empanadas; y juegos como el volantín, el trompo, el emboque, entre tantos otros.

Por cierto, es una celebración que viene a dar un descanso y jolgorio a nuestras actividades rutinarias y a nuestros corazones, pero también es necesario que en esta celebración no perdamos la cabeza.

Sabemos que nuestras fiestas patrias también representan riesgos de accidentes de tránsito en la ciudad y la carretera, la posibilidad de riñas callejeras, violencia intrafamiliar, e incluso actos delictuales.

Las actividades sociales no deben ser la proliferación de conductas impulsivas o desenfreno. Muy por el contrario, la celebración de una fecha nacional debe significar el disfrute de toda la familia en un clima de seguridad. Y para eso, el consumo de alcohol debe ser medido. Es necesario que usted reconozca cuál es su límite antes de caer en la embriaguez. Sobre esto un comentario al pasar: las personas tienden a contar como anécdota, a reírse, o encontrar entretenido estar sometidos al consumo desmedido de alcohol, pero no se dan cuenta de que se vuelven molestos para los demás, que infunden temor a los niños y niñas, que sus ideas y discurso se tornan erráticos, sin sentido; y que finalmente no hacen otra cosa que el ridículo; dando pena, y brindando un espectáculo vergonzoso. Eso es lo que me han relatado la mayoría de los pacientes que avanzan en su tratamiento para dejar de beber, y se ven tristemente sorprendidos cuando están en fiestas sin consumir alcohol y ven a sus cercanos dando este triste espectáculo. Se dicen a sí mismos: “así era yo”, y sienten profunda vergüenza.

Por eso, es de utilidad que cuando beba en estas fiestas vaya evaluando sus limites de tolerancia etílica, teniendo el control de la situación por medio del ejercicio de la voluntad. Le aseguro que estas fiestas patrias lo pasará mejor, su familia, y la comunidad.