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[REVIEW] «Selena, la serie»: la canción más aburrida de todas

Nueve capítulos componen la primera entrega de Netflix sobre la fallecida cantante, interpretada por Christian Serratos.

 

La figura de Selena Quintanilla, la joven cantante tejana asesinada a los 23 años de edad, es tan misteriosa como potente, que puede atraer inquietudes y curiosidades. Y en los tiempos actuales, donde lo audiovisual toma relevancia, Netflix apostó por una serie que aleja y aburre más que fomentar el mito y la curiosidad alrededor de Quintanilla.

El servicio de streaming se la jugó por llevar en una serie de capítulos la vida de la estadounidense, la Reina de la Música Tejana, que llegó a su fin trágicamente en 1995. Fichó a Christian Serratos (hasta ahora conocida por su rol de «Rosita» en «The Walking Dead») para interpretarla, pero ni el mejor empeño de esta actriz podría salvar esta serie.

En nueve capítulos, el guion y la dirección no logran sorprender. La lentitud a la hora de mostrar la trama, diálogos más rígidos que una puerta y una dirección llena de planos generales hacen que sea una tortura seguir la vida de Selena, pese a un gran trabajo de producción musical y de recrear momentos míticos de la artista en televisión y en sus propios álbumes.

Parece ser que Serratos, quizás envalentonada en la piel de Selena, es la única que se ve entusiasmada en la pantalla. Su alegría al lograr desafíos e incluso su enamoramiento con Chris Pérez (guitarrista que se transformó en su esposo) llenan la pantalla, mientras los otros personajes parecen estar en un funeral en cada aparición.

Tal vez quien le hace peor a esta serie es la otra producción sobre Quintanilla: la película de 1997, protagonizada por Jennifer López. Si en esa ocasión Abraham Quintanilla realizó una declaración de amor por su fallecida hija como productor dos años después de su muerte, aquí junto a su hermana Suzette Quintanilla parecen no haber ni siquiera intentado lograr un producto que le hiciera honor al legado de Selena.

El impacto de su figura latina en medio de una ruda industria estadounidense, el sueño de muchos y muchas viendo cómo Selena crecía musicalmente entre fines de los ’80 y principios de los ’90, y la exploración más profunda de lo que significó su nombre son tópicos ausentes en esta serie. Una oportunidad desechada, al menos en esta primera entrega de capítulos.

Estos nueve episodios son una larga y somnífera muestra de quién fue Selena. Y aún falta, lo que más preocupa, una segunda entrega (en algún punto de 2021) que muestre sus últimos años de vida y su muerte en 1995.

 

Fuente:cooperativa.cl

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