Sacerdote dice haber conocido el infierno y el purgatorio en viaje al cielo

El sacerdote José Maniyangat dice haber sufrido un accidente «fatal» en el que su alma se separó del cuerpo y fue visitado por un ángel que lo llevó hasta Jesús, quien le devolvió la vida.

El 14 de abril de 1985 es un día que el sacerdote José Maniyangat no olvidará. No sólo porque cuenta que un jeep lo golpeó de frente cuando andaba en motocicleta, sino porque tras el accidente fue visitado por un ángel que l llevó a recorrer el infierno, el purgatorio y el cielo.

“Me dirigía al norte de Kerala (India), a una Iglesia de la misión, para celebrar Misa, y tuve un accidente fatal”, recuerda el sacerdote en entrevista con medio católico Portaluz.

Tras la embestida de vehículo, “me llevaron a un hospital que quedaba a 35 millas. En el camino, mi alma salió de mi cuerpo y experimenté la muerte”.

“Inmediatamente me encontré con mi ángel de la guarda.  Veía mi cuerpo y la gente que me llevaba al hospital.  Los oía llorar y rezar por mí”, y el sacerdote agrega que en ese momento el ángel le dijo “voy a llevarte al cielo, el Señor quiere verte y hablar contigo”, y que de paso “me mostraría el infierno y el purgatorio”.

Y la visión fue digna de película: “vi a Satanás, los demonios, un fuego infernal, gusanos que se arrastraban, gente que gritaba y peleaba, otros eran torturados por demonios”.

De su visita, dijo que aprendió que había 7 grados de sufrimiento, según el número y la clase de pecados mortales cometidos en la tierra.

Justamente, entre los motivos por los que son condenados, identificó “los pecados por los que fueron condenados principalmente fueron por el aborto, la homosexualidad, la eutanasia, el odio, el rencor y el sacrilegio”.

Después fue el turno del purgatorio.  “Acá también había 7 grados de sufrimiento y el fuego que no se extingue.  Pero es mucho menos intenso que en el infierno y no hay peleas ni luchas”, y Maniyangat añadió que el castigo que reciben aquí las almas es el de no ver el rostro de Dios.

Por último, el sacerdote que ahora es vicario en la Parroquia St. Catherine of Siena sostiene que su ángel lo escoltó al cielo, “pasando a través de un gran túnel, deslumbrantemente blanco”.

Dice que antes de esa experiencia nunca había experimentado “tanta paz y alegría.   Inmediatamente el cielo se abrió y percibí la música más deliciosa, que nunca antes hubiera oído.  Los ángeles cantaban y alababan a Dios”.

“Vi a todos los santos, especialmente a la Santa Madre, a san José, a muchos piadosos santos obispos y sacerdotes que brillaban como estrellas”, describe.

Pero eso no es todo. “Cuando aparecí ante el Señor, Jesús me dijo: ‘Quiero que vuelvas al mundo.  En tu segunda vida serás un instrumento de paz y sanación para mi gente.  Caminarás en tierra extranjera, y hablarás una lengua extranjera.  Con Mi gracia, todo es posible para ti’”.

Fuente: Lanacion.cl

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