Salud: Presencia de minerales en suelos de Atacama está bajo la norma

El Ministerio de Salud, en conjunto con el Instituto de Salud Pública (ISP), el Colegio Médico y el Centro de Información Toxicológica de la Universidad Católica (CITUC) dieron a conocer los valores referenciales de evaluación ambiental en lodo y suelos tras los aluviones ocurrido en el norte del país, así como también los resultados preliminares de las muestras tomadas por fluorescencia de rayos X (pistolas) en Tierra Amarilla, Diego de Almagro y El Salado.

Los resultados revelaron bajos niveles de materiales pesados. En el caso del arsénico, se encontraron 90 partes por millón (ppm), cifra menor en relación a los 125 ppm que representan un riesgo para la población. En el caso del plomo, se hallaron 80 ppm, muy por debajo de los 400 ppm que establecido como el límite de riesgo.

El Subsecretario de Salud Pública, Jaime Burrows, hizo un llamado a la tranquilidad, puesto que entre las posibles causas para explicar estos bajos índices, probablemente la cantidad de agua “fue de tal nivel que se produjo un efecto de dilución en un área demasiado grande como para que las concentraciones fueran riesgosas”. 

De todas maneras, añadió, eso no significa que dejemos de  trabajar en este tema, “porque ese es el mandato de la Presidenta de la República: estar abordando todos los riesgos, lo que sea necesario, para garantizarle a la población recuperar la normalidad de su vida en las condiciones más adecuadas posibles desde el punto de vista sanitario”.

Parámetros de medición de metales
Para afinar un parámetro que sirviera de marco de referencia se consideró la propuesta elaborada por el CITUC. El Director Ejecutivo de este organismo, Juan Carlos Ríos, señaló que “esta pauta de evaluación ambiental de los lodos y los suelos está definido sólo para el problema que nos atañe en la II y III Región. No son valores referenciales para el país, ni para otras comunas, son valores para ser utilizados en esta emergencia y en los lugares donde hubo aluviones”. La propuesta del CITUC consideró como referente el modelo de evaluación de Salud Pública que tiene la Agencia de Sustancias Tóxicas en Estados Unidos.

El Subsecretario Burrows recordó que en las regiones del norte la minería tiene una presencia importante, “y que muchos de los asentamientos humanos se han levantado entorno o cerca de lugares donde se trabaja con minerales”. Por lo tanto, es normal que en sus suelos se encuentren metales, “lo importante es saber si esta presencia de sustancias es riesgosa para la salud de la población y por ello se realizó la toma de muestras”. 

En esa línea, añadió que era importante verificar si había “cambiado el panorama luego del aluvión”, que era uno de los principales temores de la población. “La investigación se focalizó, por tanto, en los lugares que la propia población afectada identificó como de mayor riesgo y donde ellos indican que ha habido movimiento de relaves. En dichos lugares, no hemos encontrado niveles sobre la norma”, subrayó.

En cuanto a la calidad del agua, el Jefe de la División de Políticas Públicas y Promoción del Ministerio de Salud, Tito Pizarro, declaró que «lo que pudimos confirmar es que el aluvión no afectó las napas de agua subterráneas de la zona, ya que tienen niveles bajos de arsénico, que son los que existían antes del fenómeno». Por su parte, el Director (s) del ISP, Roberto Bravo, confirmó que “el agua que está consumiendo la población está absolutamente dentro de los parámetros normales en cuanto a metales pesados”. Sin embargo, se insistió en la recomendación de ingerir cocidos todos los alimentos en la zona. 

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