Esta nueva sección permitirá estabilizar a los jóvenes privados de libertad frente a eventuales situaciones de enfermedades, accidentes y descompensaciones, gracias al equipamiento adecuado con el que cuenta para aplicar primeros auxilios

El Centro de Internación Provisoria (CIP) y el Centro de Régimen Cerrado (CRC) de Copiapó, desde ahora cuenta con un espacio de estabilización de alto estándar gracias a la ejecución del proyecto “Remodelación Unidad de Salud del CIP-CRC Copiapó”, que permitió inaugurar dicha infraestructura, con su respectivo equipamiento, en una ceremonia encabezada por la directora nacional del organismo, Solange Huerta.

Cabe destacar que esta unidad es la primera del país en contar con Resolución Sanitaria, la cual está vigente desde abril de 2017. Asimismo cuenta con protocolos establecidos para los diversos procedimientos ejecutados los cuales fueron elaborados por la enfermera a cargo, María Alejandra Benavides, junto al equipo técnico del centro, y validados por Dirección Nacional de Sename. La instalación  eléctrica cuenta con certificación de la Superintendencia de  Electricidad y Combustibles (SEC).

La nueva Unidad de Salud cuenta con una estación de enfermería; una oficina administrativa; box de atención; sala de observación; sala de reuniones; baños de procedimientos; discapacitados y funcionarios; bodega de insumos y sala de aseo.

“Este ha sido un tremendo esfuerzo desplegado por los funcionarios y funcionarias del centro y de la dirección regional de Sename y es lo que hemos destacado, cómo, a través de un trabajo comprometido, se puede asegurar y concretar el derecho a la salud de los jóvenes”, manifestó la directora, Solange Huerta.

La inversión de este proyecto fue de 75 millones 428 mil 860 pesos, los cuales fueron financiados en su totalidad por recursos del servicio. Asimismo las obras de este proyecto fueron entregadas en noviembre de 2016.

Las instalaciones resolvieron los inconvenientes que se generaban al no poder entregar atención primaria o primeros auxilios ante enfermedades, accidentes o situaciones de salud complejas, como descompensaciones, a las que estaban expuestos los adolescentes.

En octubre del año 2013 la enfermera del Centro de Justicia Juvenil de Copiapó, María Alejandra Benavides, realizó un diagnostico de salud en el que consideró indispensable las mejoras de infraestructura existente con el objeto de garantizar calidad de servicio en la atención de los jóvenes privados de libertad, lo que finamente pudo concretarse gracias al trabajo y compromiso del equipo de enfermería del centro y de los funcionarios y directivos del CIP – CRC.