OPINIÓN

Teletrabajo; las necesarias y justas condiciones para los trabajadores ( Guillermo Cortés Lutz, Doctor en Historia, Grupo de Estudios de Atacama GEA )

 

En la actual coyuntura sanitaria mundial,  la pandemia del Covid 19,  se ha levantado con mucha fuerza, las ideas del tele trabajo y la tele educación, me imagino se hace como signo de modernidad  y seguramente como forma de mantenernos  productivos. Es así como se han hecho propuestas sobre el particular , y sin duda comparto los beneficios que este tipo de tele trabajo, tele educación pueden aportar, ahora lo interesante  y verdaderamente importante seria que fueran un aporte para el conjunto de la sociedad.

 

 

Conversando con compañeros de trabajo y distintas personas, puede darme cuenta,  como seguramente ya todos lo han hecho,  que no todos y todas, por no decir  muy pocos cuentan con condiciones  de verdad favorables para la realización de  este tipo de acciones y comunicaciones a distancia.

 

 

Esto nos lleva a la reflexión sobre el trabajo a distancia.  Primero la existencia de una gran  brecha digital  en  Chile,   no todos cuentan con conexión a Internet, y no todas las conexiones son iguales, ya que estás  tiene un  alto costo.  Lo cierto es que a algo más de 25 años de la llegada de Internet a Chile, solo un 48,1% de los hogares tienen acceso a Internet fija .  La subtel ha indicado que hay  1495 localidades que no poseen ninguna conectividad, y existen 200 comunas de Chile,  que cuentan  con menos de 20% de conectividad fija, cifra  altísima y  preocupante.   Además está el hecho real de que no todos tiene un computador y menos un  laptop , que permite mayor movilidad para el denominado teletrabajo.   El académico Jorge Rivera Ph.D., de la Universidad de Chile, habla de la fisura entre pobres y ricos, urbanos y rurales, indígenas y no indígenas, países pobres y países desarrollados.   Y podemos agregar  abismo  entre regiones y la gran metrópoli, brechas que hace daño, no genera igualdad y debilita la democracia .

 

 

Segundo los espacios reducidos,  cuando no poco humanos de las  viviendas  sociales  en nuestro  país, lo que dificulta mucho  el trabajo remoto.  Hay casas con una superficie de 47 mt2, y sin duda otras con menos, a pesar de que la norma  de Serviu, se acerca a los  55 mt2.   Se vive en una caja de fósforos, en opinión de distintos pobladores. El académico de la Pontifica Universidad Católica  del  Instituto de Estudios Urbanos, Javier Ruiz Tagle, habla del efecto;  chocolate de calle, para las viviendas. Siempre mas pequeñas y siempre mas caras.

 

Estos dos elementos, presentes en  la vida de las trabajadoras y de los trabajadores,  del cual nosotros mismos no estamos ajenos,  hacen complejo la pertinencia ergonómica para un buen  trabajo en casa.   Pero, el fantasma y cuando no la amenaza directa de despido, obligan a intentar desempeñarse como sea, aún  en malas condiciones laborales.

 

 

También me parece que en este trabajo remoto,   se debería considerar un tercer elemento, y nos referimos al  estado emocional de los trabajadores, en una situación  sin parangón, donde hay ansiedad, incluso miedo. El CDC, centro control de enfermedades, sobre el particular, nos dice que: “El brote de la enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19) podría ser estresante para las personas. El temor y la ansiedad acerca de una enfermedad pueden ser agobiantes y causar emociones fuertes en los adultos y los niños»

 

La Psicóloga Maria Carmen Rodríguez,  con relación a lo que genera el Covid 19, dice que;  » La emoción que está aflorando en estos momentos en todos nosotros, incluido por supuesto en algunos psicólogos. es el miedo. El miedo es una emoción que se hace más grande de lo que debería  debido a la incertidumbre».     A esto debemos sumarle que hay informaciones pesimistas sobre  nuestros fondos de pensiones,  sobre la debilidad del sistema de salud,  del sistema educacional,  del empleo,  etc.  Donde los precios de los alimentos y medicinas suben, no hay conciencia, ni liderazgo en el ordenar el aislamiento social , ni que decir de control racional y razonable sobre los desplazamientos de las personas. Y tenemos  la noción de que se busca hasta en las últimas instancias defender el modelo y a los más poderosos, por sobre el resto de la humanidad. Lo que genera ira, malestar y miedo.

 

Como  Grupo de Estudios de Atacama GEA, hemos hecho una reflexión crítica al  respecto, y nos parece que en el marco de esta pandemia, que traerá consigo una recesión económica como ya lo ha anunciado el Fondo Monetario Internacional,  se debe comenzar a   conversar y levantar el concepto de «ergonomía  socio emocional», como indiciario de que debemos extremar la razonabilidad  y la empatía humana  al hacer solicitudes de trabajo,  ( y también de educación), como así mismo no abusar de la amenaza del despido o de la rebaja  abusiva  de salarios  aprovechando   la urgente  necesidad del trabajador. Necesariamente tiene que   aumentar la preocupación por  el Cuidado de las Personas,  trabajadores y trabajadoras, y de sus respectivos sus entornos,   en el entendido  que este Cuidado  debe ser visto , porque así lo es, como la  herramienta de  comprensión del fenómeno social y  humano que vivimos,  y sin duda como la herramienta de sobrevivencia del ser humano y de la sociedad .

 

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