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Vecinos expulsan a okupas que se apropiaron de la casa de una mujer de 94 años en un municipio del País Vasco

Victoria de Castro pasó unos días fuera de su hogar y cuando regresó se encontró con que desconocidos vivían en él. Puso una denuncia, pero la vista fue fijada para el 20 de noviembre, por lo que los vecinos decidieron actuar.

Portugalete es un municipio ubicado en la provincia de Vizcaya, en el País Vasco (España), habitado por casi 46 mil personas y que en los últimos días se vio sacudido por un hecho que provocó la molestia de los vecinos.
Todo comenzó el sábado pasado, cuando tras pasar unos días visitando a su hermana, Victoria de Castro (94) regresó a su casa y se encontró con la desagradable sorpresa de que la cerradura había sido cambiada y que al interior de esta estaban viviendo personas que no conocía.

Según declararon vecinos de la mujer a medios españoles, quienes ingresaron al hogar de Victoria son «okupas profesionales». «Vigilan y cuando ven que el propietario sale de la casa con maletas, entran», señaló un habitante del lugar a El País.
Victoria puso una denuncia y el juez fijó la vista para resolverla para el 20 de noviembre. ¿La razón? De acuerdo al medio español, si la mujer le hubiera dicho a la policía que las personas ingresaron a su propiedad cuando ella fue de compras, la denuncia se habría tramitado como allanamiento y no ocupación, y todo se hubiera resuelto antes.

El miércoles, la afectada intentó que los okupas la dejaran entrar para poder sacar algo de ropa, pero se negaron. Además, sacaron sus pertenencias y las dejaron amontonadas en bolsas en una huerta aledaña a la casa. En la tarde del jueves, los vecinos de Portugalete organizaron una manifestación frente a la vivienda, para obligar a los okupas a irse del lugar.

Y la presión surtió efecto: según publicó este viernes La Vanguardia, dos mujeres y cuatro menores terminaron dejando la casa de Victoria en medio de fuertes medidas de seguridad de la policía vasca.

«Si no hubiera sido por el pueblo, estaríamos en la misma situación.

El juicio iba a ser para el 20 de noviembre…

Gracias a todos, no puedo decir nada más. ¡Gracias a todos!», declaró Jesús, sobrino de Victoria, a El Confidencial. Las protestas también ayudaron a que otras dos viviendas habitadas por okupas fueran desalojadas.

Fuente: Emol.com

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