OPINIÓN

Victorias pírricas ( por Rodrigo Rojas Veas, Rector Santo Tomás Copiapó )

 

Entramos a septiembre. Nuestro tradicional mes de celebración de Fiestas patrias nos recibe en un marco de incertidumbre y de convulsión por la evolución sanitaria de la pandemia, por las consecuencias sociales y económicas producidas por el confinamiento obligado en el que nos encontramos y por la irrupción definitiva del proceso plebiscitario de octubre en clave de campaña. Un escenario totalmente distinto para unas festividades tan esperadas y tan arraigadas en nuestra identidad nacional. A este marco de alta complejidad, para más inri, se suman hechos como el paro de los camioneros que puso en vilo a todo el país y, en nuestra región, un enjambre sísmico con fuertes temblores y replicas que vino a crear otro foco de preocupación a las ya muchas que todos enfrentan.

Si observamos el curso del debate, campean los maximalismos y las descalificaciones en muchas intervenciones.  La beligerancia y la polarización encuentran su mayor caja de resonancia en las redes sociales, campo fértil para dar rienda suelta a múltiples deslices y a la promoción de información falsa o tendenciosa, un sino de estos tiempos y que se ha convertido en un negocio a nivel internacional para verdaderos equipos de expertos dedicados a este tipo de campañas apócrifas. Asistimos al fenómeno que Savater denomina “la Opinión publicada” que sustituye a la verdadera “opinión pública” y que parece cooptar y conducir el debate en el país.

Pero más allá de las declaraciones altisonantes, lo que más preocupa son las malas decisiones que se toman tanto en el ámbito de lo privado como de algunas políticas públicas, ya sea por apresuramiento, por la falta de estudio, la falta de rigurosidad o por ganar el aplauso fácil. Variadas demostraciones de este tipo hemos tenido en el último tiempo y nos muestran un panorama que no es precisamente halagüeño de cara al futuro.

Vista la dinámica de los procesos que vivimos y los resultados que estamos exhibiendo como sociedad, podríamos concluir que algunos celebran lo que conocemos como las “victorias pírricas”: victorias que se consiguen con muchas pérdidas de modo que esa victoria puede terminar siendo incluso desfavorable por su alto costo o por las consecuencias negativas que tendrán a futuro. El propio Pirro, Rey de Epiro, y a quien se debe el termino, luego de una de las victorias militares que obtuvo con grandes pérdidas en vidas y recursos para su propio ejército, exclamó viendo lo sucedido en el campo: “Si vencemos a los romanos en otra batalla como esta, moriremos sin remedio”.

Por el bien de Chile, ojalá que dejemos de buscar y celebrar este tipo de victorias.

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