«Volkswagen es sólo la punta del iceberg»

Los grupos ecologistas como VCD advierten desde hace años contra el fraude en las emisiones de los vehículos y su consumo. Su portavoz Gerd Lottsiepen critica el abismo entre las pruebas y la realidad.

Deutsche Welle: ¿Cómo se manipula la prueba de emisiones?

– Gerd Lottsiepen: El software reconoce, con ayuda de un pequeño procesador, que el vehículo no está rodando normalmente, sino en una prueba. Lo nota en que las ruedas delanteras giran, pero el coche no se mueve. Gracias al GPS le resulta muy fácil de determinar. Aunque existen otras posibilidades para reconocer los procedimientos de prueba como tales a través del software.

– ¿Para qué se ha desarrollado un software a tal efecto?

– Es un desarrollo que se ha hecho en los últimos años. Hace tiempo que sospechábamos su existencia, pero carecíamos de pruebas definitivas. Hasta que las han aportado las autoridades estadounidenses. El vehículo detecta que está siendo sometido a una prueba en laboratorio y, entonces, todo está bien. Las emisiones de contaminantes y de CO2 se mantienen por debajo del límite y el consumo de combustible es bajo. Sin embargo, estos valores no coinciden con los que se obtienen en el tráfico real.

– Usted dice que el escándalo descubierto es sólo la punta del iceberg. ¿Por qué?

– Suponemos que otros fabricantes explotan estas posibilidades técnicas desde hace años. También se nota en el consumo de combustible especificado por los fabricantes. La diferencia entre el valor sobre el papel y el consumo real es cada vez mayor. Esto indica que se usan métodos para engañar en las pruebas.

– ¿Tiene pruebas? ¿Qué dicen los ingenieros?

– En círculos oficiales se niega que se identifique si se está en una prueba. Además es ilegal tanto en los Estados Unidos como en Europa. Aunque aquí no se tienen, por desgracia, las sanciones que hay allí. Pero off-the-record se desliza a menudo la frase: «Bueno, los demás también lo hacen, así que tenemos que hacerlo». Es un secreto a voces que se usa este tipo de software.

– ¿Qué haría falta para unos registros fiables?

– Se debe repetir la prueba. Lo hemos hecho junto con las autoridades medioambientales alguna vez. Pero esto es muy caro. Y hacen falta más mediciones. En Estados Unidos alguien lo hizo y de ahí vino todo. Volkswagen ha admitido haber hecho trampa en otras pruebas de emisiones.

– Los filtros diésel no consiguen reducir las emisiones durante la conducción real. ¿Es esto peligroso?

– Se trata de óxidos de nitrógeno, que irritan el sistema respiratorio, provoca reacciones alérgicas y ataca el organismo. En los últimos años, las autoridades alemanas han constatado una mejora en la calidad del aire, pero menor de lo que cabría esperar con la tecnología actual de los vehículos.

Fuente Agencia: Deutsche Welle

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