MINERÍA

Expertos analizan el panorama de la minería circular en Chile

La revalorización de los residuos que se utilizan tanto en la minería como en otras industrias se ha transformado en un tema relevante en estos años, debido a que es un pilar fundamental para reducir la huella de carbono, además de respaldar el compromiso medioambiental de las compañías.

Es por esto que, la gerente de Sustentabilidad de Fundación Chile, Angela Oblasser, y el director ejecutivo de Expande, Enrique Molina, explican a MINERÍA CHILENA los desafíos de la minería verde y las proyecciones para este tema en el país.

¿Cuáles son las metodologías de la economía circular en minería?

La economía circular en términos generales se sustenta en tres principios. En primer lugar, diseñar de forma tal que no se generen desechos y contaminación. Segundo, mantener los productos y materiales en uso, y tercero, regenerar los sistemas naturales. Esto se logra a través del replanteamiento y rediseño de productos, procesos y servicios, donde los residuos son considerados un error de diseño, por lo que se busca mantener el valor y utilidad de los materiales en su mayor nivel en todo momento, para disminuir los impactos sobre el medio ambiente y ser un aporte a la comunidad, posicionando el concepto de valor compartido.

En consecuencia, la minería circular (junto con otros conceptos de sostenibilidad relacionados) proporciona una perspectiva de sistema de eliminación de residuos a través del replanteamiento y rediseño de productos y procesos a lo largo de la cadena de valor y entre las redes de proveedores.

Es evidente que el desarrollo de una economía circular presenta tanto desafíos como oportunidades para las empresas mineras. Tiene el potencial de abordar la escasez de recursos minerales en el mundo, el desperdicio de recursos y la contaminación ambiental al mismo tiempo que genera beneficios económicos.

Hay varios niveles en los cuales se puede entender y abordar la minería circular, siendo el primero y más obvio el de operaciones circulares: para reducir la huella de sus productos, las empresas mineras deberán encontrar formas de maximizar la eficiencia de sus operaciones, minimizar el uso de energía y otros insumos, al tiempo que reducen los residuos tanto como sea posible. Herramientas como el monitoreo en tiempo real, análisis y mantenimiento predictivo de los activos, la remanufactura y el reciclaje al final de su vida útil pueden contribuir a este fin.

Otro nivel más disruptivo es el desarrollo de productos y servicios circulares: cada vez aumenta a nivel internacional la demanda por productos reciclados, y esto incluye también la demanda por metales y minerales reciclados. La actividad de reciclaje (llamada también minería urbana) en todos los metales y materias primas minerales se intensificará significativamente en los próximos años; a modo de ejemplo, se espera que el mercado mundial de reciclaje de desechos electrónicos se multiplique por seis en 2050, lo que amplificará la oferta de metales reciclados como el aluminio, el cobre y el oro. El sector minero pronto se enfrentará a una dura competencia con los productos reciclados, ya que los consumidores de uso final exigen conocer la procedencia del contenido del producto y los productos reciclados se vuelven cada vez más deseables en virtud de que son más “ecológicos” y menos costosos. Hoy, alrededor de la mitad de la demanda de cobre en Europa ya se satisface con material reciclado. Y empresas como Apple, Tesla, Audi, BMW, Volkswagen, Groupe Renault están avanzando en iniciativas que buscan aumentar el porcentaje de metales reciclados en sus productos o crear sus propios circuitos de reciclaje, ya sea de forma totalmente interna o mediante nuevas asociaciones.

Las empresas mineras pueden entonces incursionar directamente en el negocio del reciclaje, como lo esta haciendo por ejemplo Boliden, que ofrece un cátodo de cobre procedente del 100% de cobre reciclado a partir de residuos electrónicos; la empresa Mitsubishi Material Group que recicla en sus fundiciones chatarra que contiene cobre, metales nobles, metales raros; la empresa Mineworx y Platinum Group que está operando una planta piloto para el reciclaje de metales provenientes de los convertidores catalíticos usados; o JX Nippon Mining & Metals Group que recicla numerosos metales valiosos extraídos de teléfonos celulares usados, computadoras personales, electrodomésticos y desechos industriales.

O podrían pensar en un cambio disruptivo de su modelo de negocio, redefiniendo el cobre como un producto de servicio y generar así una mayor conformidad con los principios de la economía circular. Este concepto se basa en la idea de que los países que son protagonistas mundiales en el ámbito de los recursos naturales, como Chile, no sólo venden y exportan sus materias primas, sino que ofrecen el uso de este recurso como un servicio. Esto significa que posteriormente recuperan la materia prima primaria a través del reciclaje para no perder la propiedad de esta y tener ingresos constantes que pueden ser utilizados para innovaciones, también en temas de sostenibilidad. Este modelo conocido también como servitización está despegando en otros sectores en la economía global: Philips alquila lámparas, Rolls-Royce motores y Michelin neumáticos.

Finalmente, la minería puede desempeñarse como traccionante y habilitador para la economía circular en otros sectores, a través por ejemplo de la incorporación de estándares circulares o de carbono-neutralidad en sus compras de productos (plásticos, etc.) o servicios (obras de construcción, transporte marítimo, etc.). O pueden iniciar alianzas con sus proveedores, sus clientes finales o intermediarios para co-crear productos y servicios circulares innovadores, habilitados por tecnologías avanzadas para facilitar una mejor recuperación, reprocesamiento y reutilización.

Avances en Chile

¿Cómo se ha llevado a cabo en Chile?

Existen avances importantes en varios ámbitos, como son el aumento significativo del uso de energías renovables en el proceso minero, que según los datos de Cochilco llegarían a casi 50% en 2023, dato no menor considerando que la minería es intensiva tanto en emisiones directas como indirectas, demandando un 33% de la electricidad y casi un 20% del diésel nacional. O la reducción paulatina del uso de las aguas continentales, mediante la eficiencia, bajando el consumo en las plantas concentradoras en un 36% en los últimos 5 años según el Consejo Minero, la recirculación, o su reemplazo por agua de mar. Considerando la compleja situación hídrica de nuestro país, es necesario que estos esfuerzos se complementen con una mirada de territorio, buscando sinergias, colaboración y valor social en torno a la temática hídrica.

En cuanto a los residuos, cabe destacar que, el sector minero ya es uno de los mayores generadores de residuos, representando alrededor del 40-55% de la generación global de residuos, y que los nuevos recursos geológicos de metales y minerales identificados son cada vez más difíciles de extraer, generando más y no menos residuos en el futuro. Se destacan los residuos mineros masivos, como los relaves, botaderos, los neumáticos fuera de uso, los residuos símiles a los domiciliarios, y aquellos contenidos en la Ley Rep, como son los plásticos, los residuos eléctricos y electrónicos, entre otros. Las gestiones en el pasado han estado concentradas en los relaves y en los neumáticos fuera de uso. Al respecto destacan algunas iniciativas para la recuperación de minerales de valor desde los relaves o su reutilización como materias primas para otros procesos como por ejemplo la construcción. O iniciativas que buscan avanzar a extender la vida útil, la valorización energética o el reciclaje de los neumáticos mineros.

¿Cuáles son los desafíos que van de la mano con su implementación?

Algunos desafíos tienen relación con la cultura operacional y el real entendimiento del impacto ambiental que estos generan, de manera que la incorporación de tecnologías orientadas a la reducción y tratamiento de los residuos sea vista como una inversión y no un gasto. El segundo tema es la baja capacidad que tiene el organismo público para la actualización, el monitoreo y seguimiento al cumplimiento del marco regulatorio, el que debiese actualizarse regularmente en función del avance del conocimiento científico.

¿Qué tecnologías se han implementado para mejorar los procesos?

Respecto a este punto, hemos visto tecnología en distintos ámbitos e impacto en la cadena de valor de la minería. En el aspecto de reducción del consumo de agua, por ejemplo, ha sido el uso de agua de mar en los procesos que sí bien puede verse simple, impone desafíos tecnológicos importantes cuando ésta no es desalinizada. En la misma línea del recurso hídrico, ha habido una creciente oferta de soluciones tecnológicas para reducir el consumo de agua en los procesos mineros, desde lo más complejo y disruptivo como ha sido el espesamiento de relaves a temas más simples como la reducción de evaporación a través del uso de reactivos tensoactivos y barreras físicas, algunas de éstas últimas, incluyen el uso de paneles solares para cumplir una doble función, reducir la evaporación y generar energía limpia.

En materia de reducción de huellas de carbón, hemos visto cómo las compañías mineras en su compromiso ambiental están promoviendo el desarrollo y uso de energías limpias a través de acuerdos comerciales de largo plazo. En la actualidad son varias las compañías que utilizan este tipo de energía y no debiese ser sorpresa que en los próximos años se alcance el 100%, desplazando por completo aquellas generadoras de gases de efecto invernadero.

En materia de eliminación de desechos, y con la entrada en vigencia de la ley REP (Responsabilidad del proveedor) vemos un fuerte incremento en la oferta tecnológica para el reciclaje de los neumáticos fuera de uso (NFU) utilizados por los equipos mineros. En este contexto existen diversas soluciones tecnológicas cuya aplicabilidad dependerá de diversos factores. Entre éstas podemos destacar:  pirólisis que permite convertir el calor específico del caucho presente en estos insumos en energía en diversas formas; tecnologías de separación para la producción de materiales industriales como acero y caucho; uso del negro de humo y caucho en la construcción de carreteras, por nombrar algunos.

¿Cuáles son las proyecciones que existen para este tema?

Según proyecciones de Cochilco, el suministro energético a partir de energías renovables alcance alrededor de 17,7 TWh a 2023, lo que equivale a un 63% de las necesidades agregadas de energía eléctrica del sector en dicho año. En el tema de agua, la industria tiene como meta reducir el make up de agua de proceso desde los actuales 0,6 m3/t de mineral a valores bajo los 0,2 m3/t, meta factible de alcanzar a través de nuevas tecnologías de espesamiento y filtrado y la incorporación de agua de mar en los procesos.

En materia de emisiones y capturas de gases para las principales fundiciones chilenas, en 2013 se promulgó una ley que establece para las fundiciones existentes un nivel de captura de 95% para el S y As y de 98% para las futuras, regulación que generó una inversión importante de las principales fundiciones estatales como Ventana, Potrerillos y Chuquicamata de Codelco Chile y Hernán Videla de Enami.

Fuente:MCh.

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