Burrows: “Con campaña corta pero intensa difundiremos ley de rotulado de alimentos

La nueva ley rige desde el 27 de junio de 2016, conforme la modificación al Reglamento Sanitario de los Alimentos.

 

Subsecretario de Salud Pública adelantó a La Nación la estrategia comunicacional que este lunes, a las 10 horas, lanzará la cartera para informar a la población de la normativa que entrará en vigencia a partir del 27 de junio y que exige al comercio advertir al consumidor sobre el exceso de calorías, azúcares, grasas y sodio que contienen los alimentos. En 2019 -2020 se podría realizar una segunda encuesta alimentaria para evaluar el cambio de conducta gatillada por la normativa, señala.

“Va a ser más corta pero más intensa como no tenemos tanta plata…”. Así de directo y preciso es el subsecretario del Salud Pública, Jaime Burrows, cuando resume cómo será la estrategia mediática que a partir de este lunes, a las 10 horas, impulsará el Ministerio de Salud para difundir los principales aspectos de la Ley 20.869 sobre el rotulado de alimentos -debuta el próximo 27 de junio- principalmente los que van dirigidos a los niños como golosinas y la denominada comida chatarra.

En conversación con La Nación, la autoridad adelantó que “hemos estado preparando una campaña comunicacional para informar y fomentar, sobre todo, que la gente vaya cambiando sus hábitos de compra y consumo hacia aquellos alimentos que no tienen o que tienen menos sellos” con la leyenda “alto en…” calorías, azúcares, grasas y sodio “en todos los alimentos a los que corresponde”.

Si bien admitió que los recursos con los que cuenta su repartición para este cometido son escasos, la difusión se concentrará en radio y televisión, ya que “la idea es que sea vista y escuchada en un mejor horario, pero para eso importan los pesos que tenemos”.

¿Una vez entrada en vigencia la norma, cómo operará la fiscalización?

– Empezaremos altiro con la fiscalización, porque normalmente hacemos fiscalización. Tenemos fiscalizadores del área de alimentos, que son los mismos que ven la marea roja o las condiciones en que entran y se mantienen los alimentos que llegan a un supermercado y deben estar refrigerados.

“Son ellos mismos los que tienen su fiscalización programada, además van a ir a los otros pasillos para ver si los alimentos que son prioritarios por las directrices que hemos entregado a nuestros seremis y fiscalizadores, se está cumpliendo en el área de las golosinas y de los alimentos que están orientados a los niños y eso es lo que van a fiscalizar en una primera etapa”, explicó.

-¿Y qué pasará con los colegios cuyos kioscos también exhibirán los productos con el rotulado?

-Progresivamente también vamos a implementar la fiscalización en los establecimientos educacionales como otra área prioritaria. Es menos habitual que en los supermercados, porque en ellos hay más riesgos; los colegios de la Junaeb, por ejemplo, nosotros los fiscalizamos igual para ver la entrega de los alimentos. Esas mismas visitas para fiscalizar el funcionamiento de las cocinas, la manipulación de alimentos, etc., servirán para inspeccionar los kioscos.

– ¿Cómo evalúa la disposición de los recintos educacionales para acoger la la ley?

– Los colegios están inquietos en el sentido de qué va a pasar con la persona que atiende el negocio, pero la gran mayoría se lo ha tomado en forma de oportunidad. Han conversado con las personas encargadas y ha habido capacitación para convertir los kioscos en saludables. Ese es un programa que lleva años implementando el ministerio que se llama Escuelas Promotoras para la Salud y que es voluntario, pero que ahora, a propósito de la ley, se está ajustando al requerimiento en todos los colegios.

“Incluso los establecimientos de educación superior también participan, hay muchos que participan del programa de Establecimiento de Educación Superior Promotor de la Salud y esos también están, a pesar de que la ley no les prohíbe, optando por no vender alimentos “altos en…” en sus universidades, a pesar que la ley no se los exige. Se están apropiando de una política que, pensamos, va a ser asumida por todos como algo positivo”, enfatizó Burrows.

PUBLICIDAD DE PRODUCTOS ROTULADOS

-¿En concreto, cómo operará la publicidad que se transmita en los medios, específicamente la televisión respecto de los productos rotulados, considerando que no todos van dirigidos a menores de edad?

– La publicidad no tendría restricción en la medida que no vaya dirigida a los niños, y tampoco se emita en el horario en que estos ven televisión. La restricción se establece respecto de los horarios en que los programas que se emiten son principalmente para niños. Además, tenemos un parámetro de audiencia infantil, que si bien es un horario en que la programación no está dirigida a ellos, cuando llegan del colegio hay muchos de ellos que ven teleseries en la tarde. En ese horario, la audiencia de menores es mayor que a la hora de los monitos en la mañana y, por tanto, cabe la exigencia del rotulado.

-¿Planean incorporar más sellos de alerta en la rotulación de alimentos?

-La idea es que no haya más signos de advertencia en el rotulado que los actuales, porque esta política se va a implementar en cuatro años, porque se va a ir haciendo más exigente en términos de los límites de contenidos de nutrientes y le da un plazo mayor a las pymes para ponerse dentro de esos límites.

EFECTIVIDAD A CORTO, MEDIANO Y LARGO PLAZO

-¿Cómo será la medición de esta política para constatar que ha tenido efectividad?

-Hay dos tipos de efectividad. Uno que es más bien una evaluación del proceso de implementación en un año para ver qué pasó, cuál fue el comportamiento de las empresas, si están cumpliendo o no, cuántas fiscalizaciones tuvimos que hacer, las multas que se cursaron o no. Ver si ha sido fácil o difícil el cambio, si la gente no está haciendo caso o, por el contrario, todo el mundo se puso las pilas y está cumpliendo.

El subsecretario de Salud pública precisó que “en ese plazo no es imposible tener medidas de impacto, porque creemos que estas las vamos a ver reflejadas por ahí por el 2019-2020 en que podríamos hacer una segunda encuesta nacional de conducta alimentaria –la primera fue en 2010- y ahí esperamos que se vea reflejado un cambio, no con índices espectaculares pero sí que haya un cambio de las conductas alimentarias, sobre todo entre los más pequeños”.

Jaime Burrows añadió que la última medición reveló “conductas alimentarias pésimas entre los chilenos y por eso queremos impactar primero en las conductas de los más chicos. Hay gente que dice que ya le ha impactado, que dejó de comprar lo que antes compraba, y ya el impacto sanitario es en el largo plazo, índices de obesidad. Con esta política el Gobierno de la Presidenta Bachelet está haciendo historia, cuando se mire después hacia atrás se verá su impacto”.

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