INTERNACIONAL

El presidente surcoreano, aclamado a su llegada a Pyongyang

Los dirigentes de las dos Coreas desfilaron este martes en coche por las calles de Pyongyang aclamados por la multitud antes de una tercera cumbre en la que el surcoreano intentará allanar el camino para avanzar en la desnuclearización norcoreana.

Kim recibió a su invitado en el aeropuerto internacional de Pyongyang, el lugar desde donde había supervisado los lanzamientos de misiles que provocaron graves tensiones entre las dos Coreas el año pasado.

Los dos dirigentes se abrazaron después de que Moon bajara del avión. Acompañados por sus esposas, bromearon durante unos minutos, mientras cientos de personas agitaban banderas norcoreanas y emblemas de la unificación.

«Abramos una era de paz y de prosperidad gracias a la solidaridad de un pueblo», podía leerse en una pancarta en el aeropuerto, según las imágenes de la televisión.

Moon, cuyos padres huyeron del Norte durante la guerra de Corea (1950-53), pasará tres días en el país. Sigue así los pasos de dos de sus predecesores: Kim Dae-jung, que viajó a Pyongyang en el año 2000, y Roh Moo-hyun, su mentor, que estuvo en el Estado vecino en 2007.

La cumbre «será una ocasión importante para acelerar aún más el desarrollo de las relaciones intercoreanas que dan vuelta una nueva página de la historia», estimó la agencia oficial norcoreana KCNA.

Esa visita, poco frecuente, es una nueva señal del deshielo en la península, que ya permitió una primera cumbre intercoreana en abril, en la localidad de Panmunjom, situada en la Zona Desmilitarizada que separa a las dos Coreas.

El presidente surcoreano, que volvió a reunirse con Kim en mayo, tuvo un papel clave para permitir la celebración de la histórica cumbre entre el líder norcoreano y el presidente estadounidense, Donald Trump, el 12 de junio en Singapur.

 

AFP

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