INTERNACIONAL

Etiopía amenaza con desplegar «toda su capacidad de defensa» por avance de rebeldes de Tigray

Etiopía advirtió el viernes que podría desplegar su “plena capacidad de defensa” tras los avances de las fuerzas rebeldes de Tigray en las regiones vecinas, a pesar de los llamados a retirarse de esos territorios.

El gobierno “se ve presionado a movilizar y desplegar toda la capacidad de defensa del Estado si las propuestas humanitarias para una resolución pacífica del conflicto siguen sin ser aceptadas”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.

“La acción de un grupo irresponsable está poniendo a prueba la paciencia del gobierno federal y colocándolo en una postura defensiva que se adoptó en interés del alto el fuego humanitario unilateral”, añadió, haciendo temer un recrudecimiento de la violencia en el conflicto.

Tropas de varias regiones se han desplazado a Tigray en las últimas semanas para apoyar al ejército federal.

Un medio local citó a una fuente de seguridad del gobierno de Amhara, vecina de Tigray, asegurando que el sábado podría empezar una ofensiva “para destruir al enemigo”.

Las fuerzas rebeldes de Tigray rechazaron el llamamiento de Estados Unidos para que se retiren de las regiones vecinas, dijo el viernes su portavoz, Getachew Reda.

El jueves, las fuerzas del Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF) tomaron una ciudad emblemática de la región de Amhara, Lalibela, famosa por sus iglesias excavadas en la roca y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

La guerra hace estragos en Tigray desde noviembre de 2020, cuando el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, envió tropas para derrocar al TPLF, el partido regional que dominó durante mucho tiempo la política nacional antes de llegar al poder en 2018.

Abiy, premio Nobel de la Paz 2019, justificó la intervención como respuesta a los ataques del TPLF a los campamentos del ejército.

Pero, a pesar de la promesa de una victoria rápida, el conflicto se prolongó, dando un nuevo giro en junio, cuando los rebeldes retomaron la capital tigrense, Mekele, y obligaron al ejército etíope a retirarse y declarar un alto el fuego unilateral.

Desde entonces, el movimiento controla la mayor parte de Tigray y ha llevado a cabo ofensivas armadas en las regiones vecinas, Afar en el este y Amhara en el sur.

“Pisando los talones”

El viernes, Getachew dijo que la conquista de Lalibela tenía como objetivo asegurar las carreteras del norte de Amhara y evitar que las tropas progubernamentales se reagrupen allí.

“Estamos bajo asedio. Estamos bajo bloqueo”, dijo.

Las fuerzas pro-TPLF “están pisando los talones” a las tropas regionales de Amhara, que se han desplazado hacia Sekota, al norte de Lalibela, añadió Getachew.

También reiteró que la ambición del TPLF no era mantener los territorios de Amhara y Afar, sino facilitar el acceso a Tigray, así como retomar el sur y el oeste de la región, ocupados por Amhara.

La situación en Tigray, visitada esta semana por el jefe humanitario de la ONU, Martin Griffiths, es preocupante.

Según la ONU, los combates han llevado a 400.000 personas a la hambruna.

El TPLF acusa al gobierno de bloquear la entrega de la ayuda, mientras que los responsables humanitarios critican entre otros los obstáculos burocráticos para su suministro.

Por su parte, el gobierno afirma que el alto el fuego tenía como objetivo facilitar el acceso y que las ofensivas del TPLF, considerado una organización terrorista por el gobierno etíope, están arruinando esta iniciativa.

El patrimonio

El viernes, la oficina del primer ministro anunció que otros 63 camiones de ayuda humanitaria habían llegado a Mekele, elevando a 220 el total de las últimas semanas.

El viernes, Griffiths dijo desde Ginebra que se deberían entregar 100 camiones de ayuda a Tigray cada día. También se espera que la necesidad crítica de ayuda alimentaria en Tigray persista en 2022 debido a la previsible falta de cosechas este año.

Estados Unidos, que instó a los rebeldes a retirar sus fuerzas de estas zonas, también les reclamó que protejan Lalibela, “un testamento de la civilización etíope”.

“Sabemos lo que significa proteger el patrimonio histórico”, dijo Getachew. “Lalibela es también nuestro patrimonio. No deben preocuparse de si nuestras fuerzas protegen Lalibela o no”, añadió.

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