OPINIÓN

“Instinto de huida” Por Elías Úbeda Greig, psicólogo Clínico y Forense

En el mundo de hoy hemos atrofiado el instinto de huida. Esto se traduce en una menor respuesta de autoprotección. Nuestra sociedad nos bombardea con mensajes que nos obligan a la valentía, a ser fuertes, a enfrentar todas y cada una de las situaciones que se nos presentan, pero en muchos casos lo que necesitamos es huir: huir de una relación tóxica, huir de un trabajo que nos daña, huir de un compromiso o una imposición. Este instinto atrofiado es un gran determinante de la violencia intrafamiliar, de los actos de violencia sexual, y de muchos otros; ya que en muchos casos su percepción le dijo que debía alejarse de personas o situaciones, pero usted no oyó a su instinto; o por otra parte, cuando comenzaron estas relaciones abusivas no huyó según lo que esta señal arcaica de protección le obligaba. La presa no puede paralizarse, no puede permanecer en el lugar para seguir siendo herida, usted debe huir, gritar, denunciar, salir de una vez por todas de esa situación o relación que le aqueja, ya que en ocasiones la mejor forma de protegerse no es luchar, no es intentar ser fuerte, no es soportar sino simplemente huir.

Hacemos una invitación a todos y todas quienes se encuentran en esta situación para que oigan su instinto de huida, griten, pataleen, corran, le cuenten a alguien lo que ocurre, y denuncien; esa es la puerta de entrada a la verdadera solución.

 

 

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba