INTERNACIONAL

Jair Bolsonaro promete terminar con los indultos a presos en Brasil

El presidente electo de aquel país aclaró que su compromiso siempre ha sido terminar con la «violencia y criminalidad».

El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, aseguró este miércoles que no indultará a presos en su gobierno, en medio de críticas por posibles favorecimientos a condenados por corrupción y denuncias por malos tratos a prisioneros comunes.

Un indulto presidencial concedido por el gobernante Michel Temer en 2017, en época de Navidad, generó polémica al considerarse que podría haber favorecido a condenados por corrupción, según la Fiscalía General, que cuestionó el beneficio ante la Corte Suprema.

Temer otorgó el beneficio a quienes hubieran cumplido un quinto de la pena en caso de crímenes sin violencia o amenaza grave.

Los jueces de la máxima corte debaten esta semana la validez constitucional y las condiciones de ese indulto, un fallo que será una referencia para los futuros indultos presidenciales, tanto para el último que compete a Temer antes de dejar el cargo, como para los que podrá aplicar Bolsonaro.

«Atacar fuertemente el tema de la violencia y criminalidad fue uno de nuestros principales compromisos de campaña. Les garantizo que si hay indulto para criminales este año, ciertamente será el último», escribió en Twitter el ultraderechista Bolsonaro.

El indulto es una atribución presidencial prevista en la Constitución que se aplica siguiendo condiciones puntuales como buen comportamiento y cumplimiento de parte de la pena o temas de salud, mientras que no son contempladas personas que cometieron crímenes graves o violentos.

«No es un cheque en blanco, no se trata de liberar grandes criminales, sino que atiende a un perfil específico de alguien que está en condiciones de volver a la sociedad», explicó Rafael Custodio, de la ONG Conectas, a Agencia AFP.

Custodio agregó que de ser ejecutada la decisión de no conceder indultos, sería una determinación sin precedentes en la historia democrática brasileña. Para el portavoz de la ONG los indultos permiten descongestionar las abarrotadas cárceles brasileñas.

Brasil tiene la tercera mayor población carcelaria del mundo, con 726.712 reclusos, según los últimos datos oficiales, divulgados en 2016. La cifra casi duplica la capacidad penitenciaria del país, calculada ese año en 368.049 plazas.

 

AFP

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