Sename: la crisis por dentro

Conferencias sin autorización, informaciones poco claras y versiones contradictorias son parte de los testimonios judiciales de las autoridades de Justicia y del Sename. Ahí, relataron las primeras horas después de que falleció Lissette, el 11 de abril de 2016.

“Fui uno de los primeros asesores que se enteró de lo que estaba ocurriendo. Me envió un WhatsApp un dirigente, quien me dice que algo grave estaba pasando con una niñita o niñito en (el centro) Galvarino, información que replico a los otros asesores, incluida la directora del Servicio Nacional de Menores (Sename), Marcela Labraña, a través del chat del gabinete (…). Al rato después, el dirigente me envía un nuevo mensaje diciéndome que había fallecido una niñita. Me voy enterando que la menor murió, que los funcionarios estaban muy descompensados (…). Me enteré esa misma noche o la mañana siguiente que le habían hecho una contención unas tías del servicio, creo que con frazadas, sábanas o toallas”.
Carlos Espinoza Jara, asesor del gabinete de Marcela Labraña

“No recuerdo exactamente el momento que tomé conocimiento de ello (…), pero fue casi inmediatamente. Me informó (Marcela Labraña) que había muerto una niñita en el Cread Galvarino y me dice que no se sabe de qué falleció (…) sí recuerdo que me dijo que tuvo una descompensación, le pregunté si había una enfermedad preexistente y me dijo que no. Por ello, insistí que se hiciera un sumario administrativo y la presentación de una querella (…). Creo que al día siguiente o subsiguiente, Labraña me informó, no recuerdo si por WhatsApp o teléfono, de la forma en que murió, esto es, que la niña estaba descompensada, que se aplicaron todos los protocolos y que se le había hecho contención, lo que me pareció extraño y grave”.
Ignacio Suárez, ex subsecretario de Justicia.

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