Técnicos chilenos sobre tragedia del Chapecoense: Hay que sacar conclusiones y aprender

Un controlador aéreo y un técnico en operaciones aéreas se refieren al peor escenario posible para un vuelo. Una situación que es difícil de discernir, pero donde impera el error humano. «Afortunadamente en Chile el estándar de seguridad es muy alto», estiman

Jaime Lamas es experto en operaciones aéreas, en rigor es un «despachador» como se llama al técnico encargado de ejecutar el cálculo de los planes de vuelo desde la carga del combustible hasta la selección de las rutas y los análisis meteorológicos que acompañarán el viaje. Dice haberse enterado con sorpresa y el espanto del trabajador aeroportuario del accidente en que desapareció casi la totalidad del Atlético Chapecoense, algo que en su entorno golpea fuerte.

«Estos hechos que se relacionan con el área técnica nos tocan de una manera especial a quienes trabajamos en esto. Lo primero que pensamos es que son cosas de nuestro desempeño y que las variables que anteceden a un accidente son tantas que es complejo acercarse de buenas a primeras a un suceso así. Hay que sacar conclusiones y aprender», reflexiona.

Sin embargo, es optimista sobre el buen nivel de la industria aeronáutica nacional y la manera en que la normativa exige a las aerolíneas anticiparse a cualquier imprevisto. «El estándar acá es muy, muy alto y cuenta con muchas exigencias. Como en todo el mundo hay consideraciones que hay que tener porque las aristas involucradas en un accidente de esta magnitud son muchas y el error es algo inherente al ser humano. En ese sentido, nadie puede meter las manos al fuego y decir que algo así nunca va a pasar. Es cosa de recordar lo que pasó en Juan Fernández con un escenario complejo que demandó la misma planificación que cualquier vuelo. Pero cuando pasa algo es porque coincidieron todas las variables para que se desate un accidente».

Lamas reitera que la aviación sigue siendo el sistema de transporte más seguro de la actualidad y que un avión por si solo no se cae, sino que se ve afectado por los eslabones de una serie de errores que parten en tierra. En el caso de la tragedia del Chapecoense, la aeronave de la compañía LaMia es un tema crítico, sostiene.

«El Avro RJ85 no era un avión de largo alcance. Ha sido diseñado para realizar rutas regionales. Con los pocos antecedentes que se manejan aún, entendemos que al llegar al punto del accidente estaba en el límite de su autonomía y capacidad. Antes de aterrizar, en general los aviones se topan con demoras y son puestos en circuitos de espera. Se les asigna un orden en una secuencia de aterrizaje y el vuelo estaba en este proceso, pero con un límite de una espera de 15 minutos sobre su capacidad que lo dejaba en una posición crítica. Según los audios entre las otras naves y el control aéreo, lamentablemente la llegada de ese vuelo coincidió con un Airbus 320 que tenía prioridad por pérdida de combustible», explica el técnico.

Sobre la evidencia de que el avión se hallaba más allá del umbral de su autonomía, Lamas apunta a dos datos clave. «Una evidencia de ello es el tema de la falla total eléctrica a la que un piloto hace referencia en los audios en que se escucha la conversación con la torre. Los generadores eléctricos están ubicados en los motores y si dejan de recibir combustible te quedas sin energía, luces, instrumentos de navegación y se produce la pérdida de muchos sistemas. Ahí ya tienes un indicador de que efectivamente estaban con un bajo nivel de combustible. Por otro lado, como se aprecia en las imágenes de la zona de impacto, no se aprecian rastros de explosión o combustión. Ese antecedente también da cuenta de que el avión ya no tenía combustible«, sostiene.

-¿Crees que hay un denominador común en los accidentes aéreos de este tipo a nivel regional?
-Lo que creo es que hay muchas variables, demasiadas cosas que se conjugan en la ejecución de un vuelo, así que no se puede decir que haya un antecedente estándar. Sí se puede decir que esto generalmente está vinculado a errores humanos. Una falla técnica siempre es la causa, pero ¿dónde radican?. En el factor humano, en el fallo de comunicaciones o instrumentos que originalmente están a cargo de humanos.

-Ese rol humano, que generalmente recae en los equipos de mantenimiento y navegación, ¿cómo golpea a tus colegas cuando ocurren desastres de este tipo?
-Es complicado. Tengo amigos muy cercanos que vuelan a diario. Uno mismo lo hace y tiene relación directa con mucha gente, la conozcas en persona o no, que hacen que estas cosas nos afecten a todos los que participamos del sistema aeronáutico. Por ahí nos ha tocado ver gente que ha estado en situaciones de riesgo, que se han perdido o fallecido en este tipo de accidentes y es complicado. En los audios difundidos, la controladora a cargo de las operaciones se nota muy afectada y los pilotos en el circuito de espera también.

 

Fuente directa www.lanacion.cl

 

 

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