ATACAMA

Cárcel “El Arenal” de Copiapó, una promesa que quedó en el olvido

Proyecto original contemplaba una cárcel con un diseño que cumpliría con los estándares de una cárcel modelo y que se ubicaría al norte de la comuna de Copiapó.

Según publicación de Plataforma Urbana  del día 5 de noviembre del año 2012, se señalaba que “El Arenal”, en la Región de Atacama, era un símil de un recinto en el desierto de Mojave, en EE.UU.

En aquella oportunidad se informaba  que los reos estudiarán o trabajarían a diario. Su capacidad sería doce veces mayor que la cárcel de Copiapó, afectada en ese año  por una sobrepoblación de 300%.

Los tres mil ochenta reos que albergaría la cárcel “El Arenal”, el primero de los cuatro penales diseñados por el Gobierno – de la época –  para disminuir el hacinamiento que afecta al sistema penitenciario, serían vigilados las 24 horas del día por Gendarmería. Y dependiendo de su nivel de instrucción, deberían cursar estudios básicos, medios o técnicos, o trabajar en talleres o en la mantención del recinto.

Ninguno pasaría sus horas de encierro como hoy lo hace la gran mayoría de los casi 49 mil reclusos (dato del año 2012) que había en el país, que se levantan sólo para esperar que transcurra la jornada. Y así, los meses y años de su condena.

La cárcel “El Arenal”, ubicada a 35 kilómetros de Copiapó en un terreno de 89 hectáreas en el sector Caserones, fue diseñada en aquel año para que el 100% de los internos desarrollara una actividad diaria. Los nuevos penales, que según el plan gubernamental estarían en funcionamiento en 2016, se levantarían en terrenos con una superficie dos veces mayor que la de los establecimientos actuales, precisamente para levantar centros de capacitación e instalaciones de fábricas en su interior.    En el nuevo penal copiapino se recluiría a 1.680 hombres con bajo compromiso delictual, y a 1.400 que serán condenados de alta peligrosidad e imputados (en proceso de investigación, aún no sentenciados). Estarían separados por secciones, de acuerdo al o a los delitos por los que fueron condenados, el riesgo de fuga y grado de rehabilitación, entre otros factores.

“El Arenal” estaba basado en un penal de California (en EE.UU.), situado en el desierto de Mojave, con características geográficas y climáticas similares a las que presenta el norte del país.   El diseño de Gendarmería contemplaba piezas comunes para 100 internos, en las cuales habría una garita de vigilancia. Desde ahí, un gendarme observaría por cámaras de seguridad a toda la sección. En promedio, cada reo tendría un espacio de 29 m².

El penal también consideraba comedores compartidos y una cocina central, que proveería de alimentos a todos los reclusos y al personal de Gendarmería.  La lavandería funcionaría de la misma manera. Se pretendía que los presos vistieran un mismo uniforme (como los reclusos de Estados Unidos), el cual sería limpiado y luego distribuido por esta unidad.  Hasta ahora, el programa del servicio penitenciario consigna un régimen de visita solamente los fines de semana.

Buscaban empresas

Este penal reemplazaría a la cárcel de Copiapó, que tienía en aquel año  la sobrepoblación penitenciaria más elevada, con un superávit que alcanzaba el 300%.

Se multiplicarían por doce las plazas hábiles para recibir internos. La Seremi de Justicia de la época, explicaba  que “el recinto penal de Copiapó tiene  capacidad para 250 personas, pero actualmente hay más de 800. Por eso que este proyecto es tan necesario”. Agregaba, “Lo que se busca es aprovechar el gran espacio del desierto, y contar con amplias instalaciones que permitan una rehabilitación real de los reos”.

El Gobierno de la época (2012), efectuó un levantamiento de cuál es el tipo de industrias que podrían instalarse en este penal. Asimismo, la autoridad gestionó un plan de incentivos para que los empresarios construyeran allí sus dependencias, como talleres de mueblería o carpintería.

La nueva cárcel implicaba una inversión de US$ 80 millones. 3.080 reos habitarían la nueva cárcel “El Arenal”; 1.600 serían de alta peligrosidad.

89 hectáreas tiene el terreno donde se edificaría el penal, que tendría una superficie construida de 48 mil m². Pero finalizó la administración gubernamental de la época y todo quedó a fojas cero y las autoridades de justicia que asumieron, indicaron que la cárcel “El Arenal “era demasiado grande y se arriesgaba a tener entre la población penal a reos de otras latitudes del país, incluso se afirmó, que la actual cárcel no estaba para nada hacinada (…). Al final todo se diluyo, entre diseños y contradiseños.

Hoy en día se dice que ya no será el lugar donde se había pensado levantar la cárcel, se habla del Chulo y otros lugares. ¿Hasta cuando la región de Atacama quedará de lado con proyectos que se prometan pero que no se cumplen?, ¿hasta cuando los atacameños deberemos estar postergados y veremos pasar las cosas por nuestro lado, sin hacer absolutamente nada? Atacama recordemos es una de las regiones que más aporta al erario nacional, al transantiago a las nuevas líneas del metro ¿y que recibimos a cambio? ¿Tanto castigo o falta de gestión de las autoridades, independiente del gobierno de turno, es la que tiene a la región postergada, mientras otras regiones vecinas avanzan a pasos agigantados?

María Carolina Vilches : Ex Seremi de Justicia 

Para María Carolina Vilches esta situación tiene su génesis en la frustrada construcción de Alhué y de allí nace la idea de cosntruir la cárcel modelo en Copiapó.

Agregó que el diseño, ingeniería y hasta el financiamiento costo cero para la región estaban, pero lamentablemente con el segundo gobierno de Bachelet esto quedó en nada.Las autoridades  que asumieron el segundo gobierno de la ex presidenta Bachelet no lo consideraron pertinente, dijo Vilches.

Respecto de la ubicación de la cárcel “El Arenal”, de llegar a construirse podría ser en otro lugar, debido a la conurbación de las poblaciones. Estas cárceles sin duda alguna ayudan a la reinserción social dijo Maria Carolina Vilches.

 

Miguel Vargas Correa – ex intendente de Atacama, (Gobierno Bachelet)

Miguel Vargas Correa ex intendente de la Atacama en la administración de Michelle Bachelet dijo que “cuando asume el gobierno de la presidenta Bachelet, solo había un diseño que se estaba ejecutando» y que «en el gobierno de Piñera estaba en ejecución, pero  a juicio de los técnicos era desproporcionado, era un centro para cuatro mil personas de gran magnitud que no se ajustaba a la realidad de la región».

Vargas Correa dijo  que “optamos por un nuevo diseño, un proyecto más acotado y se aprobó, en estos momentos se esta ejecutando el diseño, es de alto costo y más acorde a la región de Atacama, el proyecto no esta abandonado está en la primera etapa. El actual gobierno tiene que aportar para la realización de  esta obra”.

Es imposible aseverar si estaban o no los recursos disponibles- dijo Miguel Vargas-  «si no esta el diseño ejecutado y aprobado». «Acá no se guardan las platas, los recursos quedan  disponibles solo  si el diseño esta aprobado en todas sus  etapas». Miguel Vargas agregó que “decir que los recursos en la administración de Piñera estaban listos  es una falacia”.

Imágen referencia.

 

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Un comentario

  1. Recordemos como se recortó el monto del aeropuerto de Atacama. Y a que region se fue ese recorte?

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