INTERNACIONAL

Grupo Maersk suspende operaciones en el Mar Rojo por ataques hutíes

Cuatro de las principales compañías del transporte marítimo anunciaron que detendrán el flujo de sus barcos por el mar Rojo tras la intensificación de ataques de los rebeldes hutíes de Yemen a embarcaciones en estas aguas. Desde hace semanas, el grupo, aliado de Hamás, anunció que atacaría a los barcos que tuvieran como destino Israel, como represalia por su guerra en Gaza.

Las repercusiones del conflicto entre Israel y Hamás se perciben en otra parte del mundo: las milicias hutíes de Yemen llevan semanas atacando barcos en el mar Rojo, tal y como es el caso del importante Grupo Maersk.

A mediados de noviembre, este grupo rebelde capturó el carguero Galaxy Leader, perteneciente a la compañía de un empresario israelí.

Los hutíes ahora amenazan con atacar cualquier barco que se dirija a Israel, a menos que se permita el transporte de más alimentos y medicinas a la Franja de Gaza.

Este aumento de violencia en esta zona marítima, muy relevante para la economía internacional, ha provocado -de momento- que cuatro de las principales compañías del transporte marítimo anunciaron que detendrán el flujo de sus barcos por el mar Rojo.

Desde hace varios días que el grupo aliado de Hamás anunció que atacaría a los barcos que tuvieran como destino Israel, como represalia por su guerra en Gaza.

Esta semana fue el turno de la empresa MCS, quien dio la noticia este sábado 16 de diciembre, un día después de que su buque portacontenedores MSC Palatium III fuera atacado.

Pero antes de eso vino la danesa Maersk, la francesa CMA y la firma y chileno-alemana Hapag-Lloyd, quienes han dado asimismo indicaciones de suspender las operaciones de sus barcos.

Maersk anunció que no transitará por estas aguas “hasta nuevo aviso”, luego de que en la víspera también sufriera ataques.

Grupo Maersk y otras empresas detienen sus operaciones

Pese a que Maersk afirmó que el portacontenedores atacado por el movimiento hutí no recibió daños, el “daño” ya estaba hecho. Se perdió la confianza y la sensación de seguridad en la ruta.

Recordemos que a la luz de los resultados obtenidos y en anticipación a un mercado que permanecerá “volátil”, Maersk anunció que “reforzará sus iniciativas de reducción de costes”.

Además, el conglomerado danés AP Moller-Maersk -dueño de Maersk Line- logró un beneficio neto atribuido de U$4.258 millones en lo que va de 2023. Esto supone un retroceso del 82,4%.

Ante estos resultados, la naviera comunicó a inicios de mes que reduciría su plantilla en un 10%, despidiendo a 10 mil trabajadores.

Si a lo anterior se suman los ataques hutíes y la suspensión hasta nuevo aviso del tráfico marítimo por la zona de conflicto, esto se traduce en una gran crisis para el sector.

Y ya más enfocado en Chile, recordemos que en junio del 2018 la empresa danesa ya había anunciado el cierre de una fábrica de contenedores en nuestro país, tal como lo detalló el Diario Financiero.

¿Cómo afecta esto a Chile?

Primero cabe destacar que Maersk opera en varios puertos en Chile, facilitando el transporte marítimo y servicios logísticos en el país.

Algunos de los puertos chilenos en los que Maersk tiene presencia son:

– El Puerto de San Antonio.
– Puerto de Valparaíso.
– El Puerto de Antofagasta.
– Puerto de Iquique.

Se trata de una importante empresa que opera en nuestro país y en el resto del mundo, y tal como lo señaló El País, dado el contexto de la guerra actual “el comercio marítimo mundial se enfrenta a un nuevo punto radiactivo”.

Mientras el mar Negro continúa bajo amenaza rusa y los piratas somalíes, ahora son las aguas del mar Rojo las que se han convertido en una fuente constante de peligro.

ante esta misma situación es que EEUU anunció la reactivación de una coalición internacional militar y marítima para garantizar la libertad de navegación en esa zona.

Recordemos que el bloqueo del canal de Suez por un megabuque en 2021 ya dio una idea aproximada de los problemas que genera en el comercio mundial cualquier incidente en esta vía.

Frente a esto es que, según economistas, si los productos y materias primas deben pasar más días en el mar, llegarán a su destino con retraso, reduciendo la oferta, lo cual contribuye a una subida de precios.

Esto significa que, si la crisis se extiende y no se encuentra una solución rápida, podría llegar a golpear a la economía de nuestro país dentro de algunos meses.

¿Quiénes son los rebeldes hutíes?

Según lo da a conocer nuestro medio asociado Deutsche Welle, los hutíes pertenecen a un grupo tribal del norte de Yemen, que limita con Arabia Saudita.

Desde el punto de vista confesional, se cuentan entre los zaidíes, que representan una rama del islam chiíta. Esta es una base importante para tener buenas relaciones con Irán, que se considera a sí mismo como potencia y representante de los intereses chiítas en la región.

En Yemen, los zaidíes constituyen un buen tercio de la población total.

La historia del surgimiento del movimiento hutí como grupo político y luego militar, a partir de las filas de los zaidíes, se remonta a los años noventa del siglo XX.

Desde la llamada Primavera Árabe de 2011, los hutíes han acusado cada vez más al Gobierno central yemení en Saná de marginar a los zaidíes y suprimir sus derechos.

Al mismo tiempo, asumieron que el Gobierno era muy cercano a Israel y Estados Unidos.

Los hutíes se alzaron contra el Gobierno del entonces presidente Abd Rabbo Mansour Hadi en 2014. Este sólo pudo permanecer en el cargo gracias a una alianza militar internacional liderada por Arabia Saudita. Dicha alianza lucha contra los hutíes desde 2015, sin éxito.

El Gobierno yemení, respaldado por Arabia Saudita, controla el sur del país, mientras que los hutíes controlan el norte y cuentan, además, con el apoyo de Irán.

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