Cristiano ilumina a Portugal y lo acerca a semifinales

Fuera es todo misterio, pero dentro del campo habla alto y claro: Cristiano Ronaldo iluminó hoy a Portugal con un certero cabezazo para vencer 1-0 a Rusia y acercarse a un paso de las semifinales de la Copa Confederaciones de fútbol.

El tanto del Balón de Oro en el minuto 8 permite al campeón de Europa sumar cuatro puntos en la tabla del Grupo A y afrontar con tranquilidad la última jornada, en la que le espera la débil Nueva Zelanda.

La nota negativa para los lusos fue la lesión del lateral izquiero Raphael Guerreiro, que sufrió una grave lesión en el tobillo y se perderá lo que resta de torneo en Rusia.

El anfitrión, por su parte, se queda con tres unidades y se jugará probablemente su pase a la ronda de los cuatro mejores ante el México de Javier «Chicharito» Hernández, que más tarde se impuso por 2-1 a los neozelandeses en Sochi.

El partido demostró que a la renovada Rusia de Stanislav Cherchesov todavía le falta cocción para enfrentarse a los equipos de jerarquía antes de la disputa en casa del Mundial de 2018.

Portugal, por el contrario, enseñó de nuevo que sabe competir bajo presión, tanto dentro como fuera de la cancha. Ni se dejó intimidar por el ruidoso público ruso ni parece verse afectado por los titulares en torno a su máxima estrella y su supuesto deseo de dejar el Real Madrid.

En ese sentido, Cristiano volvió a dejar el asunto sin aclarar. El crack luso se vio de nuevo obligado a hablar ante los medios al ser declarado Mejor Jugador del Partido, pero como hizo la primera vez, se limitó a hacer una breve declaración.

«Estamos muy contentos. Es la primera vez que Portugal consigue ganar en Rusia», dijo el cuatro veces Balón de Oro. «Hemos jugado muy bien. Derrotamos a una selección ante su propio público. Solo puedo felicitar a mi equipo por los cuatro puntos y el buen partido».

Sobre lo que todos los fans en el mundo desean saber, no pronunció ni una sola palabra. Al menos en esta ocasión, el número 7 apareció en la abarrotada sala de prensa del estadio Spartak, algo que no había hecho tras el primer partido ante México en Kazán.

Por la zona mixta, ese lugar en los sótanos de los estadios en el que los deportistas atienden a los medios, Cristiano pasó de nuevo con gesto serio y sin detenerse. Tan solo lo hizo brevemente para firmar un autógrafo.

El único que sobrevoló el tema fue su amigo Pepe, que negó haber instado a Cristiano a dejar junto a él el Real Madrid. «Yo tengo influencia solo en mis hijos», ironizó el defensa de 34 años, convertido en principal portavoz del equipo. «Cristiano está enfocado en disfrutar de esta competición y ayudar a nuestro país», zanjó.

El técnico Fernando Santos sorprendió con una novedosa alineación en la que introdujo hasta cuatro cambios respecto al duelo anterior, en el que Portugal cedió en el último suspiro un empate 2-2 ante México.

José Fonte, Joao Moutinho, Quaresma y Nani dejaron su lugar a Bruno Alves, Bernardo, Adrien Silva y André Silva. Y la apuesta le salió bien al entrenador luso, pues su equipo fue claro dominador en los primeros 45 minutos.

Rusia no modificó su dibujo, con una línea de cinco defensas y un solo delantero, puesto ocupado por su principal estrella, Fedor Smolov. Sin embargo, el seleccionador Cherchesov reforzó defensivamente el centro del campo respecto al duelo ante Nueva Zelanda, consciente de la jerarquía del rival de hoy en el estadio Spartak de Moscú.

De poco le sirvió. A los ocho minutos, un gran centro de Raphael Guerreiro desde la izquierda llegó a la cabeza de Cristiano, que si está preocupado por el «affaire» de sus impuestos en España, no lo demostró lo más mínimo.

Portugal manejó el balón y el ritmo del partido en la primera mitad, con Rusia encerrada en su campo a la espera de enlazar un contragolpe. Pero la primera ocasión digna de ese nombre para los locales no llegó hasta el minuto 41, en un remate que Smolov no enganchó bien y se fue sin peligro fuera.

Cherchesov movió sus piezas en el descanso y sacó del campo al defensa Roman Shishkin, al que había alineado en el centro del campo, para dar entrada a Alexsandr Erokhin, un auténtico centrocampista con más criterio en el manejo de la pelota.

La actitud de los locales cambió, empujados además por una entusiasta grada llena con 42.759 espectadores, pero lo cierto es que los futbolistas rusos mostraban más voluntad que precisión.

La energía duró media hora. A partir de ahí, Portugal retomó el control del partido y, más allá de un par de intentos desesperados en el descuento, no volvió a pasar apuros. Las semifinales están al alcance de su mano.

 

dpa

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba