Cuidados frente al calor y la deshidratación: Por Dra. Marysabel Salas Gallardo, Médico de Familia de la Red de Salud La Araucana

Las altas temperaturas, obligan a nuestro organismo a adaptarse para mantener nuestra temperatura corporal en rangos fisiológicos normales, por lo tanto vamos a ver que para compensar estas situaciones nuestro cuerpo aumenta considerablemente  el mecanismo de  transpiración  y esto puede hacer  que nos  deshidratemos  fácilmente.

El calor puede producir diversos problemas en nuestro cuerpo, desde quemaduras en la piel, transpiración profusa con deshidratación y aparición de calambres, además de complicaciones por ingerir alimentos en mal estado de conservación, por no estar adecuadamente refrigerados.

Nuestro organismo está compuesto de un 60% de agua por lo tanto la pérdida de agua y sales minerales por el sudor puede producir en casos extremos, malestares como dolor de cabeza, mareos, debilidad muscular y/o calambres, además de algunos síntomas gastrointestinales como náuseas y vómitos.

Los problemas de salud provocados por las altas temperaturas se pueden evitar con  sencillas medidas preventivas:

– Ingerir más líquidos sin esperar tener sed, sobretodo agua y jugos de fruta ligeramente fríos. No tomar bebidas calientes y evitar bebidas azucaradas o que contengan alcohol. Solo se debe tener precaución si por indicación médica se le restringió la ingesta de líquidos, en  ese caso es mejor consultar con su médico de cabecera.

– Permanecer en lugares frescos, espacios bien ventilados o con aire acondicionado.

– Refrescarse frecuentemente, tomar duchas o baños frescos si es posible.

– Evitar salir durante las horas más calurosas del día, entre las 12 y 16 horas.

– Comer fresco y sano. Las verduras y frutas ayudan a recuperar las sales perdidas por el sudor, además se sugiere comer menos cantidad, pero más veces al día, en vez de grandes porciones de comida.

– Reducir la actividad física en los horarios más calurosos, evitar grandes esfuerzos.

– Usar ropa cómoda para realizar deporte y preferir primeras horas de la mañana o después de las 18 horas si es al aire libre.

– Usar ropa de tejidos naturales como algodón y no sintéticas, de colores claros de preferencia. Utilizar zapatos frescos y cómodos. Usar métodos de barrera: sombreros, lentes de sol y cremas protectoras solares.

– El protector solar debe aplicarse sobre la piel bien limpia y seca, 30 minutos antes de exponerse al sol. Si está en la playa o la piscina aplicarse después de cada baño, cada 2 o 3 horas y tras una sudoración intensa. También se recomienda utilizar protectores labiales con elevado factor de protección solar.

– Vigilar los lunares, si cambian de color, forma o tamaño, se debe consultar a un dermatólogo.

– Mantener bien hidratados a los menores de edad. Nunca exponerlos directamente al sol ni dejarlo al interior de un auto.

– Durante el verano también aumentan las enfermedades gastrointestinales por la ingesta de alimentos que se han mantenido a la intemperie y se han descompuesto con el calor, lo que puede producir náuseas, vómitos, diarreas con el consiguiente malestar general y decaimiento. Para prevenir es importante refrigerar los alimentos para que mantengan su temperatura óptima, consumir los alimentos bien cocidos y como siempre tener los cuidados generales  de lavarse bien las manos antes y después de manipularlos. Por supuesto ante un cuadro diarreico, sobretodo en niños y adultos mayores, acudir a su médico de cabecera.

Los Adultos Mayores son personas más frágiles y vulnerables con los climas extremos, en el caso del calor, junto con tomar todas las medidas antes descritas, se debe ser consciente que ellos tienen menor sensación de sed, por lo tanto deben acostumbrarse a ingerir líquidos  frescos (no azucarados ni con gas) de forma frecuente. La única excepción, está en aquellos adultos que tengan contraindicado por su médico, ingerir demasiados líquidos por problemas generalmente cardiovasculares.

Además considerar que si tiene alguna enfermedad crónica y toma varios medicamentos consultar  con su médico de cabecera si deberá tomar alguna  medida adicional.

Por supuesto seguir con sus tratamientos crónicos  y recordar nunca automedicarse.

 

 

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