La Franja de Gaza, asolada por una nueva ola de violencia, ha sido testigo de una tragedia devastadora en las últimas 24 horas. Según informes tanto locales como del Ministerio de Sanidad gazatí, al menos 89 personas han perdido la vida en ataques israelíes, con un número aún mayor de heridos, sumiendo a la región en un profundo luto y sufrimiento.
En un comunicado angustioso, el Ministerio de Sanidad denunció que ocho masacres perpetradas por la ocupación israelí han cobrado la vida de 89 personas, con 120 más resultando heridas en este período de tiempo. Entre las tragedias más desgarradoras, se destaca el bombardeo de una vivienda en la ciudad de Gaza, donde 25 personas encontraron un final trágico y decenas más resultaron heridas, marcando un nuevo capítulo de horror en el conflicto.
Los ataques continuaron en diferentes partes del enclave palestino, con la ciudad de Nuseirat siendo blanco de la violencia despiadada. En una escuela que albergaba a personas desplazadas, un ataque aéreo israelí cobró la vida de un civil y dejó a otros heridos, elevando aún más el saldo de víctimas inocentes.
En Jan Yunis, el sur de la Franja, equipos de rescate recuperaron los cuerpos de 13 personas en descomposición, recordando la brutalidad de la ocupación israelí y las consecuencias devastadoras que deja a su paso.
Estos eventos atroces no hacen más que agravar la crisis humanitaria que ya azota a Gaza. Según informes de organizaciones internacionales, cientos de miles de niños sufren no solo los efectos de la violencia, sino también la cruel política de hambre impuesta por el gobierno israelí. La situación es desgarradora, con niños muriendo de inanición y deshidratación, mientras que gran parte de la población se enfrenta a la amenaza inminente de la hambruna.
