MINERÍA

EE.UU. busca alianzas sobre minerales críticos con Japón y Reino Unido para frenar a China

El país buscaría crear un “club de compradores de minerales críticos” con aliados como la UE y el Grupo de los Siete, con el objetivo de no depender de China para la obtención de los mismos.

El Gobierno de EE.UU. está estudiando la posibilidad de firmar pactos comerciales con Japón y el Reino Unido sobre minerales esenciales, además de entablar conversaciones con la Unión Europea, lo que constituye la última estrategia en su empeño por contrarrestar la influencia China en sectores clave.

EE.UU. quiere crear un “club de compradores de minerales críticos” con aliados como la UE y el Grupo de los Siete, dijeron los funcionarios estadounidenses. La medida garantizaría que el bloque no dependa de China para obtener minerales críticos, especialmente cuando los países busquen establecer pactos sobre energías renovables, dijeron los funcionarios.

Los denominados elementos y minerales de tierras raras, como el litio y el cobalto, han adquirido una enorme importancia estratégica por su papel en la tecnología de los vehículos eléctricos, la electrónica de defensa y otros usos. Especialmente preocupante para Estados Unidos y sus aliados es la fortuna geológica de China al disponer de suministros dentro de sus fronteras y sus maniobras para cerrar acuerdos con otros productores, lo que podría cortar el acceso de Estados Unidos en caso de crisis con Pekín.

EE.UU. lleva tiempo presionando para asegurar las cadenas de suministro de minerales críticos, entre otras cosas mediante una Asociación para la Seguridad de los Minerales que incluye a la UE, el Reino Unido y Japón, así como a otros países como Australia y Corea del Sur. Según el Departamento de Estado, este grupo celebró una reunión a principios de semana para debatir la extracción, el procesamiento y el reciclaje de minerales críticos con representantes de varios países africanos.

Esta iniciativa forma parte de los esfuerzos del Presidente Joe Biden por alejar de China las cadenas de suministro mundiales, reducir el peso de Pekín en sectores clave y protegerse frente a perturbaciones -como la pandemia del virus COVID-19- que podrían poner en peligro las cadenas de suministro o crear escasez que podrían matar de hambre a los productores estadounidenses o de otros países amigos.

Los países participantes podrán acogerse a la Sección 30D de la Ley de Reducción de la Inflación, un incentivo destinado a promover nuevos vehículos eléctricos, según los funcionarios.

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