InfluenceMap, un centro de estudios especializado en energía y cambio climático, ha publicado un análisis que arroja luz sobre el papel de los principales productores de combustibles fósiles y cemento en la crisis climática mundial. Según el estudio, el 80% de las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2) desde la firma del Acuerdo de París en 2016 hasta 2022 estuvo vinculado a solo 57 empresas.
Estos datos revelan que la mayoría de las empresas del sector aumentaron la producción de combustibles fósiles en los siete años posteriores al Acuerdo de París, en comparación con los siete años anteriores a su adopción. Las cifras son alarmantes, ya que el 88% de las emisiones de CO2 están vinculadas a un total de 117 productores.
Las compañías líderes en estas emisiones incluyen a Saudi Aramco, Gazprom, Coal India y National Iranian Oil Company. Además, entre los principales contaminadores figuran empresas reconocidas como BP, Shell, Total Energies, Eni, RWE y Repsol.
InfluenceMap señala que más del 72% de las emisiones de CO2 de los combustibles fósiles y el cemento desde la Revolución Industrial se pueden rastrear en la base de datos conocida como Carbon Majors. Este análisis utiliza esta base de datos para cuantificar la contribución de las mayores empresas de petróleo, gas, productores de carbón y cemento a las emisiones globales de carbono.
Daan Van Acker, director de programas de InfluenceMap, subrayó que este grupo de grandes emisores no está desacelerando la producción, y la mayoría de las entidades aumentan la producción después del Acuerdo de París. Esta investigación, afirma, proporciona un vínculo crucial para hacer que estos gigantes energéticos rindan cuentas sobre las consecuencias de sus actividades.
Carroll Muffett, presidente y consejero delegado del Centro de Derecho Ambiental Internacional (CIEL), resaltó la importancia de la base de datos Carbon Majors, que ha transformado el panorama de la responsabilidad climática. Muffett enfatizó que esta herramienta hace más fácil documentar y visualizar el creciente abismo entre las demandas urgentes de la crisis climática y el continuo crecimiento de la producción de petróleo y gas.
El análisis de InfluenceMap destaca la necesidad urgente de rendición de cuentas por parte de estos gigantes energéticos en la lucha contra el cambio climático.
