Expresidente ruso Medvédev amenaza con destruir cables submarinos de comunicación de Occidente
El expresidente ruso Dmitri Medvédev generó controversia al afirmar que no existen limitaciones, incluso de carácter moral, que impidan a Rusia destruir los cables submarinos de comunicación de Occidente, en respuesta a la «probada participación» occidental en los sabotajes a los gasoductos Nord Stream.
En una publicación en su cuenta de Telegram, Medvédev mencionó la supuesta complicidad de los países occidentales en los ataques a los gasoductos y declaró que ya no hay restricciones para evitar la destrucción de los cables de comunicación enemigos tendidos en el fondo marino.
Estos comentarios se dieron en respuesta a un artículo del periódico estadounidense The Washington Post, que señalaba que la CIA estaba al tanto de los preparativos ucranianos para volar los gasoductos. Según el medio, la inteligencia estadounidense tenía conocimiento de los planes tres meses antes de los sabotajes, gracias a información compartida por otras agencias de inteligencia europeas, incluidos los servicios secretos alemanes.
Mientras tanto, el Wall Street Journal informó que los investigadores alemanes están examinando evidencias que apuntan a que el equipo de sabotaje utilizó Polonia como base de operaciones, aunque este hecho ha sido desmentido por Varsovia.
Aunque las investigaciones aún no han identificado de manera concluyente a los responsables, las sospechas se dirigen cada vez más hacia Ucrania. Sin embargo, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha negado cualquier implicación de su país en los hechos.
Los gasoductos Nord Stream 1 y 2 sufrieron explosiones simultáneas en aguas del Báltico el pasado 26 de septiembre, dejándolos inutilizados. Aunque no transportaban gas en ese momento, ya que Rusia había interrumpido los envíos a través del Nord Stream 1 debido al conflicto en Ucrania, estas acciones han generado tensiones significativas en la región.
La amenaza de Medvédev de destruir los cables submarinos de comunicación de Occidente representa un nuevo capítulo en las crecientes tensiones geopolíticas y resalta la importancia de la seguridad cibernética y de las infraestructuras críticas en el ámbito internacional.
