Inacor creció en Atacama un 0,3% durante agosto

La actividad de la construcción en la III Región promedia entre enero y agosto de 2016 una variación negativa de -1,7%.

Atacama continúa siendo por cuarto mes consecutivo, como la región -en lo que va del 2016-, con el acumulado más bajo de todo el país en el Índice de la Actividad de la Construcción Regional (INACOR), estudio elaborado por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC). Esto después de que el indicador evidenció que durante el mes de agosto la actividad tuvo un crecimiento de un 0,3% en la III región, promediando entre enero y agosto de este año un -1,7%.

 

El Presidente de la CChC Copiapó, Juan José Arroyo Díaz, comentó que a pesar de que algunas obras públicas que se están ejecutando en la zona han mantenido una cierta estabilidad en la actividad, impidiendo que llegue a niveles aún inferiores, la inversión privada, que es la que ha dado el impulso al crecimiento regional en los últimos años, es la que se ha visto impactada. “Por lo que, más allá de las contingencias que la están afectando, como por ejemplo la baja en el precio de los commodities, es fundamental retomar confianzas y dar las condiciones para que ésta vuelva a reactivarse”, comentó el dirigente gremial.

 

En el caso de los indicadores sectoriales, en lo que respecta al empleo, según datos del INE, en el trimestre móvil junio-agosto la tasa de desocupación relacionada a la construcción en Atacama, se ubicó en un 18%, lo que se traduce en que existen 1.890 personas sin empleo, de una fuerza laboral total en el sector de 10.510 personas.

 

Por su lado, en los permisos de edificación, en el acumulado de lo que va en 2016 (enero-agosto) con respecto al mismo período de 2015, hay un decrecimiento de -32,6% (88.330 m2 v/s 131.020 m2), que sigue representando la cifra más baja en la comparación con los mismos meses desde el año 2002.

 

Arroyo Díaz explica que ya pasada las elecciones municipales, tomando en cuenta la incidencia en el desarrollo de las ciudades que tienen los gobiernos comunales, sería bueno retomar temas que tienen impacto en mejorar la calidad de vida de los habitantes y dar un ordenamiento territorial a las urbes, donde “sin duda los Planes Reguladores Comunales juegan un rol muy importante, por lo que esperamos que éste sí sea el momento de que por fin podamos abordar la planificación urbana como corresponde”.

 

Con relación a las expectativas de los empresarios, consultados en el Informe de percepción de negocios del Banco Central, durante la segunda mitad del presente año, el panorama continúa siendo incierto para las empresas constructoras e inmobiliarias. Particularmente se han deteriorado aún más las expectativas de los empresarios que operan en la zona norte, en especial luego que el impulso generado por las ventas tendiera a moderarse.

 

Los empresarios encuestados sostienen que este resultado se debe, en parte, a que aún persisten las dificultades de acceso al crédito. Asimismo, el Informe señala que un gran número de empresas están terminando sus obras, al mismo tiempo que el ritmo de entrada de nuevos proyectos ha disminuido, por lo que, los encuestados consideran que hacia mediados del presente año la actividad de la construcción menguará su crecimiento, dilatándose hasta 2017.

 

IMACON aumenta un 1,0%

 

Durante agosto el Índice Mensual de Actividad de la Construcción (IMACON) aumentó 1,0% anual, cifra inferior a la observada en el mes inmediatamente anterior (1,5% anual) y al crecimiento promedio anual de los últimos cinco años (4,9%). Javier Hurtado, gerente de Estudios de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), explicó que “el indicador anotó en el margen una contracción de 0,2%, ubicándose por sexto mes consecutivo bajo la tasa promedio mensual de mediano plazo (0,4%)[1], lo que es síntoma de que el sector experimenta una etapa de desaceleración de su actividad”.

 

En el corto plazo, si bien la confianza de los empresarios de la construcción repuntó levemente durante agosto, ésta continúa permaneciendo en un régimen pesimista, incluso, algo menor al experimentado durante la recesión de 2009. Es decir, se mantiene el deterioro, lo que constituye, en sí mismo, un riesgo para el crecimiento del sector, principalmente, porque su inercia podría dar lugar a lo que en la literatura especializada se conoce como “profecías autocumplidas”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

[1] Tasa mensual promedio de los últimos cinco años (se excluyen el período de crisis subprime).

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