En medio de los continuos combates entre el Ejército israelí y las milicias de Gaza lideradas por Hamás, la violencia alcanzó un nuevo nivel con un bombardeo israelí contra una escuela en el norte de la Franja. Este sábado, decenas de personas perdieron la vida, según informó la agencia oficial palestina WAFA. La escuela, ubicada en el campo de refugiados de Yabalia, albergaba a más de 4,000 desplazados palestinos, incluyendo niños, según reportó la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA).
El Ministerio de Sanidad de Gaza elevó la cifra de palestinos muertos a más de 12,300, pero advierte que debido a la cantidad de personas bajo los escombros, la cifra real podría superar los 16,000. Por otro lado, el número de soldados israelíes muertos en Gaza desde el inicio de la ofensiva terrestre a fines de octubre alcanzó los 56.
Las tropas israelíes, en las últimas horas, ampliaron sus operaciones al norte del enclave, específicamente a las zonas de Zaytún y Yabalia, donde, según la portavocía militar, se llevaron a cabo operaciones que resultaron en la muerte de «múltiples terroristas» y la destrucción de «infraestructuras terroristas, incluyendo bajo tierra».
Ante el bombardeo a la escuela con refugiados, el comisionado general de UNRWA, Philippe Lazzarini, hizo un llamado urgente, declarando: «Estos ataques no pueden convertirse en algo común; deben cesar. Un alto el fuego humanitario no puede esperar más». Mientras tanto, el Ejército israelí afirmó que está revisando el incidente y reafirmó su compromiso con el derecho internacional, incluida la adopción de medidas para minimizar el daño a los civiles, a pesar de los desafíos planteados por los terroristas que operan en zonas civiles de Gaza.
