PAÍS

Pesquera despide a 400 trabajadores «como consecuencia de la Ley de la Jibia»

La decisión de Alimar se suma a la que tomaron, en meses recientes, las empresas Landes y Pacific Blu.

 

La empresa Alimentos Marinos (Alimar) anunció este miércoles que «se vio en la obligación» de despedir a 400 trabajadores «como consecuencia de Ley de la Jibia», que desde agosto autoriza la extracción de este recurso sólo con métodos artesanales.

Según detalló la firma, los desvinculados son 350 trabajadores de plantas en Coronel (Región del Biobío) y Valparaíso, sumados a otros 50 que desarrollaban empleos asociados directamente a las operaciones del barco pesquero Terranova, «que salió de circulación y se encuentra en Calbuco en etapa de boat parking».

Esta decisión se suma a la que tomaron en el mismo sentido, en meses recientes, las empresas Pacific Blu y Landes, que despidieron a 367 y 232 trabajadores, respectivamente.

Con esto, las desvinculaciones ligadas a esta actividad ya llegan a las mil personas.

«Golpe durísimo a las regiones pesqueras»

«Ésta es una situación que advertimos durante toda la tramitación de esta ley, enfatizando que no fueron adecuados los criterios técnicos de su aprobación», manifestó, mediante un comunicado, el gerente general de Alimar, Claudio Salazar.

«Creemos que éste es un golpe durísimo al empleo para aquellas regiones pesqueras donde operamos«, enfatizó Salazar, al asegurar que en estas condiciones «no es posible para la industria la proyección de nuevas inversiones, debido a la incertidumbre que la autoridad, y en particular, el Congreso, han instalado para el sector pesquero industrial, con proyectos de ley que atentan contra el empleo y el desarrollo del país y donde predominan criterios políticos y populistas«.

Alimar señaló, en su comunicado, que el negocio de la jibia representa el 33 por ciento de su utilidad, y «con motivo de la aprobación de la denominada Ley de la Jibia, la compañía dejó en carpeta una inversión de 450 mil dólares que pretendía mejorar el equipamiento para agregar valor a los productos que se elaboran en la planta de congelados ubicada en Coronel».

A ello se suma el «receso obligado de un barco pesquero cuyo valor bordea los 6 millones de dólares, junto con pérdidas anuales de 15 millones de dólares por concepto de exportaciones de productos derivados del calamar gigante».

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