Huelga paraliza Argentina y aumenta tensión de Cristina K con el peronismo

A la huelga de ayer convocada por los transportistas se sumaron las tres grandes centrales sindicales que se definen como peronistas.

Puede haber sido el paro de despedida. Las mayores centrales sindicales argentinas se sumaron ayer al paro nacional convocado por la Confederación de Trabajadores del Transporte (Catt), y lograron paralizar buena parte del país. Se trató de la quinta protesta de este tipo desde que Cristina Fernández de Kirchner llegó a la Casa Rosada, en 2007, y la segunda en lo que va del año (la anterior fue en marzo).

Aunque entre las razones para convocar el paro están las demandas de los sindicatos por una rebaja al impuesto que grava al salario y el aumento de los sueldos por encima del 27% que fijó como techo el gobierno, resulta difícil ignorar el momento político, es decir, un día antes de que deban inscribirse las listas electorales de cara a las primarias obligatorias de agosto y a cuatro meses de las elecciones presidenciales de octubre donde debe salir el sucesor de Cristina K.

Y en esto gran parte de los protagonistas son peronistas situados desde diferentes veredas. Por un lado el gobierno, que controla el aparato del Partido Justicialista. Por otro, están las tres grandes sindicales que se definen como peronistas, la Confederación General del Trabajo (CGT) que lidera el camionero Hugo Moyano, la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) Autónoma y la CGT Azul y Blanca. Y desde la oposición política, están los peronistas disidentes, como el candidato presidencial Sergio Massa, el gobernador de Córdoba José Manuel de la Sota o el senador Carlos Reutemann, este último aliado ahora del alcalde de Buenos Aires y líder de Pro (derecha) Mauricio Macri.

De esta forma, el paro parece ser un “gallito” entre uno y otro sector, con la vista puesta en diciembre. Aunque, a la luz de la encuestas, la disputa por la Presidencia argentina estará entre el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli (un peronista oficialista pero que mantiene distancia del kirchnerismo), y Macri. Y falta por ver quién encabezará el peronismo en caso de quedar en la oposición, si acaso un Scioli derrotado por Macri o la propia Cristina Fernández, con el anhelo puesto en un regreso a la Presidencia en 2019.

Precisamente el gobierno rechazó las demandas de los gremios y atribuyó la protesta a un objetivo meramente político de los sindicatos opositores en un año electoral. “El paro es un paro político con objetivos claros, que es el de generar este tipo de confusiones”, dijo el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. “Buscan generar zozobra y preocupación a quienes quieren ir a trabajar y no pueden”, destacó.

“En un gobierno que va de salida y con serias restricciones en su capacidad fiscal, por supuesto que este paro no beneficia al gobierno, pero tampoco a la oposición, porque el sector gremial es un sector flotante mientras no se diriman cuáles son las candidaturas más fuertes que podrían llegar a ser gobierno en la próxima gestión”, destacó a La Tercera la analista política y de opinión pública, Graciela Römmer.

La huelga general afectó principalmente al transporte público de pasajeros y de cargas, al transporte aéreo (hubo incluso vuelos suspendidos en Chile por la paralización de los operadores locales), hospitales, bencineras y puertos. De esta forma, los terminales de buses se encontraban desiertos, aunque aumentó en forma considerable el tránsito de autos particulares en Buenos Aires. Además, abrieron sus puertas algunos comercios, restaurantes, bancos, colegios públicos y privados aunque a un menor ritmo, casi como si fuese un día festivo. De la misma forma, piqueteros o activistas bloquearon los ingresos a las principales ciudades.

Con el objetivo de disminuir el descontento sindical en medio de las demandas por aumentos salariales, el gobierno K anunció en mayo una rebaja en el impuesto a las ganancias, un cambio que fue considerado como insuficiente por los sindicalistas. Según dos fuentes consultadas por la agencia Reuters, Fernández estaría analizando nuevas modificaciones al impuesto antes de las elecciones de octubre.

Fuente directa: www.latercera.cl

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