Puerto Rico enfrenta el primer impago masivo de deuda de su historia

Puerto Rico está ya oficialmente en la lista de países y territorios que han decidido dejar de devolver el dinero que tomaron prestado de los mercados internacionales para financiar su crecimiento.

El gobernador Alejandro García Padilla, que incluso abandonó sus aspiraciones a la reelección para centrarse en solucionar la crisis fiscal que sufre la isla, anunció que Puerto Rico no pagará los 422 millones de dólares en deuda que vencía este domingo y acusó a Estados Unidos de no ayudar a tiempo a este Estado Libre Asociado.

Aunque en meses pasados ya había dejado de pagar algún vencimiento puntual de deuda, el anunciado ahora es el primer impago masivo en la historia de esta isla caribeña, asfixiada por la falta de liquidez y una crisis que dura ya una década. La fecha legal de vencimiento de la deuda es el 1 de mayo, pero por ser este día domingo el impago se hace efectivo el lunes.

«Decisión difícil y dolorosa»

«Ha sido una decisión muy difícil y dolorosa, que francamente hubiese preferido no tomar», pero «la crisis humanitaria se hace cada día más profunda». Así explicó García Padilla, en un mensaje público a la ciudadanía, su decisión de aplicar una moratoria unilateral y temporal en el pago que el país debía abonar a los titulares de deuda del Banco Gubernamental de Fomento (BGF), el brazo financiero del Ejecutivo.

García Padilla firmó el sábado la orden ejecutiva que autoriza la moratoria, según explicó, para luego insistir en que «hubiera preferido contar con un marco legal» que les permitiera cumplir con todas las obligaciones. Pero «al enfrentarnos con la falta de liquidez para satisfacer tanto las necesidades de nuestros acreedores como las de los servicios a nuestra gente, he tenido que elegir. Y elegí: Decidí que tus necesidades básicas van por encima de todo», resumió con semblante serio.

Puerto Rico lleva meses reclamando al Congreso de EE.UU. que le provea de herramientas legales para reestructurar sus deudas. «No queremos un rescate financiero. Ni nos lo han ofrecido. Lo que queremos es un proceso de reestructuración que no le costará nada a los contribuyentes de EE. UU.», argumentó.

«Necesidades básicas»

«La mayoría de nuestros niños reciben la educación en las escuelas públicas. La mitad de nuestra población recibe su cubierta de servicios médicos del Gobierno, incluyendo las medicinas recetadas que necesitan para sobrevivir», dijo. Esa situación «es tan difícil», señaló, «que a duras penas podemos proveer los servicios que nuestros estudiantes de educación especial necesitan desesperadamente» o «pagar la gasolina que necesitan las patrullas de nuestros policías y los camiones de nuestros bomberos».

«Sencillamente no tenemos dinero suficiente para pagar todos esos servicios y a la vez pagarle también a nuestros acreedores», algo de lo que, según dijo, «tanto el Congreso (federal) como los acreedores son plenamente conscientes».

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