ATACAMA

Trabajadoras del L C A en “Maray” argumentan huelga de hambre de profesores

A través de comunicado recibido en la sala de redacción del departamento de prensa y visita a los estudios de radio «Maray».

En visita a los estudios de radio “Maray” las dirigentes Claudia Geywitz y Claudia Alfaro junto a otras trabajadoras del liceo se refirieron mediante este comunicado a la  huelga de hambre del sindicato LCA: Fundamentos y reflexiones.

Consultada acerca de la cantidad de días que llevan en huelga y desde cuando se inicia la huelga de hambre Claudia Geytwitz indicó que «llevamos ya 27 días de huelga legal y cuatro días en huelga de hambre de parte de compañeros de trabajo del liceo». Agregando que «esta situación se llega a raíz de que la falta de compromiso y poca empatía del sostenedor que no ha querido llegar a un buen acuerdo con los trabajadores».

Respecto de la situación en que se encuentra actualmente el liceo indicó que, «el liceo está cerrado, esta es una fundación, nombre que no fue consultada porque antes era corporación». Dijo que «se han hecho presentes algunos parlamentarios y autoridades de la región», agregó la dirigente.

La huelga se inicia por una negociación colectiva  que pretende mejoras económicas, pero contando y juntándonos, nos damos cuenta que la parte económica es solo la punta del iceberg. Hay también  demandas de maltrato laboral, dijo Claudia Geytwitz.

A continuación la declaración pública a la letra:

“Toda Institución educativa se construye sobre la base del principio de comunidad. Se entiende que los Establecimientos Educacionales funcionan utilizando la estructura de redes de apoyo, donde participan los líderes pedagógicos, los docentes, administrativos, asistentes de la educación, auxiliares, alumnos y apoderados. En este sentido, la comunicación efectiva cobra especial relevancia, pues si los canales de comunicación y diálogo constructivo se silencian, las posibilidades de crecimiento de la Institución disminuyen, así también sucede con el desarrollo profesional de los funcionarios y con el compromiso de los estudiantes y apoderados en relación al Establecimiento”.

“El Liceo Católico Atacama, no sólo significa una opción educacional, sino un emblema para la comunidad Copiapina. Es, en estas aulas donde bajo el lema de “paz y bien” se han formado grandes líderes regionales y grandes seres humanos. Es en este mismo Liceo donde años atrás existía una noción sólida  de comunidad, la que velaba por buenas relaciones laborales, la valorización de las funciones de los trabajadores y la participación de los alumnos y sus familias en la construcción del sello educativo de este Establecimiento”.

¿Cuál es la situación actual del Liceo Católico Atacama?

«Desgraciadamente, la actual administración ha implementado una dirección vertical, basada en mecanismos de comunicación  despersonalizados. El liderazgo, se ejerce desde la imposición, el control, la denigración   y el amedrentamiento. De esta manera, se contradicen todos los valores cristianos en los que se sustenta nuestra Institución y también los principios expuestos en el actual  Marco para Directivos, donde la figura del líder se expresa en habilidades sociales tan importantes como la capacidad de sostener un diálogo respetuoso y profesional con los trabajadores, la capacidad de orientar, de confiar en su funcionarios y darles la oportunidad de innovación y crecimiento, así como también la capacidad de inspirar a todo su equipo de trabajo. Esto con el fin de generar un clima laboral positivo que asegure una educación de calidad para todos los alumnos.»

«El actual proceso de Negociación Colectiva, ha dejado en evidencia grandes falencias en nuestra Institución que han dañado el concepto de “comunidad educativa”. Con tristeza hemos experimentado la intransigencia, el irrespeto y falta de voluntad del Directorio del Establecimiento (designado por el Obispado), el que a estas alturas con sus acciones y declaraciones ha dejado en claro que carecen de las habilidades mínimas que se requieren para solucionar tal conflicto y más grave aún es su aberrante falta de humanidad frente a los mismos trabajadores que han servido lealmente a la Institución, exponiendo hoy en día hasta sus propias vidas.  Por lo tanto, exigimos, por respeto a todo el resto de la comunidad educativa (entiéndase funcionarios, alumnos y apoderados), dejar su cargo a disposición». «La misma reflexión está dirigida al actual Rector del Establecimiento, quien no solamente ha demostrado con su actitud indolente la falta de empatía con el cuerpo de sindicalizados y con toda la comunidad educativa,  sino que además carece de liderazgo positivo, es más, ha instaurado un clima de trabajo nocivo, creando divisiones, cargado de estrés, arbitrariedad y burocracia. Bajo su cargo, en lo que concierne a gestión pedagógica, se han tomado decisiones unilaterales, donde los docentes han quedado marginados de cualquier tipo de debate o discusión».

«De hecho, se han implementado estrategias de aprendizaje rígidas y mecanicistas que contradicen los grandes paradigmas actuales de educación en nuestro país, los que se sustentan en teorías constructivistas que abogan por el aprendizaje significativo, la flexibilidad en los procesos evaluativos y el desarrollo de habilidades superiores en el educando, como por ejemplo, el pensamiento crítico y reflexivo». Cabe preguntarse ¿Es posible el desarrollo del pensamiento reflexivo en una Institución donde las personas que realizan una crítica constructiva o tienen una opinión diferente son marginadas o amedrentadas?¿ Cómo podemos transmitirles a nuestros alumnos aquello que no se nos permite como trabajadores?.

«Las situaciones anteriormente expuestas han tenido una incidencia directa en nuestra convivencia escolar. En nuestro colegio se ha asentado un clima negativo de trabajo, el que surge del descontento de los trabajadores al no ser  valorados ni escuchados, la existencia de conflictos y  denuncias (dirigidas al Rector y a la curriculista de Educación Media) sobre el trato laboral avalan tal situación. Hecho, que nos parece impresentable, considerando sus respectivos cargos en el Establecimiento».

«Sabemos, además, que los protocolos para resolver los conflictos de convivencia en nuestro Establecimiento necesitan una revisión urgente. Claramente, el Colegio se ha visto superado en cuanto al manejo de situaciones conflictivas y es necesario que existan personas encargadas que conozcan bien los lineamientos para proceder en esos casos y que sólo oficien esa labor, de manera exclusiva».

«Por otro lado, las mejores salariales que se expresan en el reajuste que se solicita en la Negociación Colectiva no constituyen una “barbaridad” económica, la que pueda significar la quiebra o el colapso financiero de nuestro Establecimiento, si hacemos la comparación con otras empresas o colegios nuestras cifras son paupérrimas, sin embargo, como funcionarios, en algunas redes sociales y comunicados se nos ha tratado ásperamente (muchas veces desde la ignorancia del conflicto) y se ha tratado de banalizar o bajarle el perfil a un proceso de negociación que tiene muchas aristas y antecedentes».

«No está de más aclarar que es únicamente en esta instancia cuando podemos mejorar nuestros ingresos debido a que en el Colegio no se reconocen los bienios, horas extraordinarias, ni tampoco como Institución estamos adscritos a la carrera docente, por lo tanto no recibimos sus estímulos económicos adicionales. Los sueldos históricos del Establecimiento son los mínimos, constituyendo prácticamente un mito, al igual que el emblema de Paz y Bien en la actualidad. Los trabajadores sindicalizados no son solo profesores, sino también asistentes de la educación, administrativos y auxiliares. La mayoría de los trabajadores percibe sueldos bajos.»

«La crisis actual de Nuestro Establecimiento no se debe sólo a un factor económico, sino que a muchos otros, los que su omisión o incumplimiento para nosotros son gravísimos. La decisión radical de una huelga de hambre para dar respuestas a nuestras demandas obedece a la profunda convicción que tenemos todos los sindicalizados, de que luchamos por una causa justa, la que se traduce en la restitución de nuestra dignidad laboral, participación en las decisiones importantes de nuestro Establecimiento y sobre todo, la renuncia inmediata del Rector del Establecimiento y la mesa directiva que hoy dirigen  nuestra Institución. Creemos que falta transparencia y buenas intenciones en las decisiones que ha tomado el Rector y el Directorio obedecen a una lógica de abuso de poder, sin precedentes en el Liceo Católico de Atacama, la que  jamás va a significar un impacto positivo a nuestra Institución».

«Por último, todos los funcionarios que hemos decidido manifestarnos somos aquellos que estamos comprometidos con Nuestro Colegio, con nuestros alumnos y sus familias. Somos aquellos que hoy alzamos nuestra voz porque nos negamos rotundamente a que la esencia de nuestro Establecimiento se siga corrompiendo y que con vocación y compromiso por lo que hacemos, esperamos que nuestro Liceo mejore, que sea un lugar donde realmente se puedan cumplir los sueños y esperanzas de todas las personas que formamos parte de éste».

Atte. Sindicato de Trabajadores LCA.

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